Ven,
búscame,
pruébame, dime si sientes el cálido y débil latir de la sangre que fluye en el interior...
Siente como mis labios rosan los tuyos fundiéndose en un beso único, lento y fugaz; lleno de pasión reprimida y lujuria.
Nuestras bocas devorándose apasionadamente recuerdan a dos fieras enfrentándose.
Ven, aun estoy esperándote,
ven y muéstrame esas sensaciones que trasmites con tus ojos, ven y bésame como nadie me ha besado. Ven y hazme sentir tu ser en mi piel.
Te acercas, me besas.
Tus labios mojan los mios, tu alma se introduce en mi cuerpo.
Tu beso es aquel beso que tus ojos prometieron.
Siento tu calor y tu el mio.
Nos separamos, nuestras bocas a centímetros una de la otra.
Se desean, alientos pausados que se mezclan en el aire.
Pero no nos volveremos a besar. Esa sensación única de placer al tomar tus labios con los mios, no se repetirá. El nuevo beso no podría igualar al primero, al deseado con desesperación, ese beso prohibido que acabamos de concretar.
Aquel anhelo imposible que juntos hicimos realidad.
*
© 2007 Jaki CS