sábado, 26 de septiembre de 2009

Fui

Mi cuerpo hecho tiras de piel, a penas sujetas al hueso por la sangre coagulada. Mi corazón y mi alma tirados en el suelo, embarrados y pisoteados sin piedad. Lo que queda de mi cerebro está quemado a fuego vivo.
No queda de mí más que el vestigio de lo que alguna vez fui, más que la sombra de un ser que, alguna vez, supo sentir.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Reflexión 16va.

No puedo seguir huyendo. No puedo seguir escapando. Tengo que afrontar las tormentas que asoman en el horizonte.

Con el viento a favor o en contra, me planto acá con mi espada en alto.
Honrar a la guerrera que hay en mí.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Negativa

Me niego. Una y otra vez lo repito y no hay caso: me niego. No quiero saber, no quiero pensar, no quiero escuchar razones.
No me importa absolutamente un carajo. ¡Me niego a interpretar! No quiero, una y otra vez lo voy a repetir: No quiero entender nada. Basta, me cansé, me harté de todo esto.
Ojos que no ven, oídos que no escuchan, manos que no tocan, cabeza que no piensa... Finalmente deberían hacer que el Corazón no sienta.
Así que, por lo tanto, me niego a seguir interpretando lo que pasa, las palabras y los gestos. Punto.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Suicidio de ilusión

Mil veces he hablado del amor y las penas que a veces acarrea.
He enunciado de mil maneras diferentes cómo puede doler, como puede lastimarnos las palabras, los gestos, las actitudes. Hasta llorando he escrito las palabras más tristes que pude pensar.
Pero hay una realidad que no me había tocado en suerte, que había podido esquivar... Hasta ahora, y es que no hay dolor más fuerte que el tener que matar una a una las ilusiones propias.
Cuando la esperanza se ha perdido, y no hay nada que hacer, sólo ir desarmando esas estructuras de ensueño es lo que nos queda, aquellas que alimentaban lo ya inexistente.
Y así termino hoy, cavando pequeñas tumbas para todas mis ilusiones, llorando un dolor que asfixia y no tiene retorno.
Siento que tengo una espina clava en el alma, y no hay consuelo que valga. Sólo me queda matar mis ilusiones poco a poco, y echarles tierra encima.

Interrogante

¿Qué hago para no extrañarte con cada centímetro de mi piel,
con cada rincón de mi cuerpo,
con toda mi alma
y mi ser?

Dale, cuéntame cómo hago.

martes, 1 de septiembre de 2009

Reflexión 15va.

Hoy el día tuvo otro sabor. Las luces alumbraban más de lo acostumbrado; los colores tenían otro brillo. El sonido de la ciudad, una armonía oculta que relajaba.
Las miradas de la gente significaban algo. Podía sentir como el viento comenzaba a despedir al invierno, mientras le cantaba a las flores que pronto renacerán.
Hoy el sol me dio los buenos días, dando paso luego a las nubes, que ocultaron sus rayos. Las mismas nubes que acompañaron mi tarde, y la hicieron mágica.
Hoy todo me pareció distinto, la gente, el aire, el ruido de la calle. Incluso la noche cayendo sobre las vías del tren. Todo me pareció extrañamente intrigante.
Siento que días como hoy, podría enamorarme fácilmente.

No voy a esperar
las caras que yo extraño,
no voy a esperar
que el destino hable por mí.