jueves, 21 de febrero de 2008

Caos

Divisiones, vidas deshaciendose continuamente. Ambiguedad, inseguridad, bronca. Lágrimas, desesperación. Deseos perdidos, deseos fallidos. Dolor. Miedo. Sensaciones extrañas, explicaciones perdidas. Absurdas. Locura. Caos. Inminente caos de la estructura del tiempo. Todo mezclado en una misma pintura. Un cuadro cubista de colores exagerados. Haciendo un todo con pinceladas de la nada. Miedo. Angustia reprimida en lo más profundo de un ser. Bronca, ganas de gritar que no logran encontrar un escape. Realidad, crueldad de un día más pasado en medio de un infierno que no es familiar. Miedo. Bronca. Lágrimas. Deseos de huir lejos de todo, lejos de nada, lejos. Hipocresía. Odio, miedo, bronca. Todo junto. Gritos mudos. Gritos de ayuda. Gritos de desesperación. Auxilio.

jueves, 14 de febrero de 2008

Palabras

Un día, sólo un día en la eterna vida del mundo: etéreo, imaginario. Horas que pasan, contando minutos que no valen los segundos que representan. Así continúa la aguja pasando y pasando, formando un círculo perfecto con epicentro en un punto infinito más grande que el todo, parte de él. El espacio de cada paso gastado en un respiro, se convierte ambiguo en dirección al norte o al este. Sin embargo, todo tan clásico, tan aceptado. Un paso al norte, un paso hacia arriba, una dirección, una longitud, una masa, un volumen. Todo tan clasificado. Los centímetros, los decímetros, los metros y kilómetros se vuelven simples paradojas a las medidas celestiales de estrellas y cometas. Simplemente palabras que se confunden con sentidos y símbolos abstractos que dan origen a interpretaciones de todo lo que sucede, de todo lo que no sucede, de todo lo que nunca sucederá. Así todo termina, todo se falla, todo se continúa en la eterna cadena de un pensamiento que no son más que incoherencias talladas en madera putrefacta y lijada con esmero, trabajada con un cuchillo que no corta más que las finas hebras de un hilo de araña; que en el centro de su red, ve desprenderse de a poco sus telares, se eleva con el viento y se aleja en los decámetros que no existen, en un aire producto de pulmones artificiales plantados en medio del mar de olas interminables llenas de lodo. Todo tan complejo, todo tan irresistiblemente simple a la vista de simples mortales que caminan contando sus pasos, en centímetros, kilómetros, con números imaginarios de la raíz cuadrada de menos tres.
A todo esto, un día más, solamente un día más que pasa en la vida de todo ser que se jacta de vivir, de existir, de poder morir en un mundo tan sólo imaginario, sostenido por pura retórica de movimiento uniformemente dirigido a la nada absoluta de un horizonte que siempre fue una línea inalcanzable.

domingo, 3 de febrero de 2008

Condena


Te escondes tras los arboles, le huyes a las miradas curiosas que en noches tristes de espera te buscan en el firmamento. Infiel. No cumples tu promesa. Juraste guardar la pena de las almas abandonadas, incumplidora traicionera. Evasora de tu destino, no quiero tus palabras de excusa, simplemente ven y cumple tu promesa, o soporta la carga del final de mi vida.