miércoles, 17 de enero de 2018

No lo sé

Quizás hay quienes se jacten de tener la respuesta en todo momento. Hay quienes se sienten orgullosos de decir "¿no lo sabes?". Pero yo no. Nunca fui de aquellas personas que tratan de impresionar al otro demostrando sus conocimientos. Nunca pude ponerme en ese papel donde no importa cuál sea la pregunta, yo daría una respuesta. Porque siempre sentí que ganaba más con la humildad del no saber que con la prepotencia de querer responder.
Me siento bien diciendo "no lo sé", porque eso me ayuda a seguir aprendiendo, investigando, descubriendo.

Eso hace la vida un poco más interesante, ¿no lo creen?

miércoles, 10 de enero de 2018

Propuesta indecente

¿Te atreves?
En estos momentos, mi cuerpo desnudo, relajado sobre la cama, solo piensa en las caricias de tu parte que quisiera recibir.
Será el calor agobiante, el vaso de vino o la gota de sudor que me recorre la espalda, lo que me genera estas ansias de seducirte, esta necesidad totalmente irracional de decirte: Si te atreves, ya nada importa... "Una aventura es más divertida si huele a peligro".

domingo, 7 de enero de 2018

Entrega #5

Estaban los dos recostados en la cama, uno junto al otro, con los brazos bajo sus cabezas y las piernas entrelazadas entre las sábanas revueltas. Sus miradas somnolientas perdidas en el techo y el cansancio de sus cuerpos sudados eran el rastro del sexo que habían disfrutado durante toda la tarde. El sol por fin había caído tras los edificios y la resaca del atardecer daba una extraña ambientación al silencio dentro de la habitación.
De repente, Gonzalo estiró el brazo y rodeó la cintura de Natalia con él, devolviéndola al presente.
-Estás muy callada.- Le susurró al oído.
-Sólo estaba pensando...- Respondió ella, aun con la mirada perdida en el techo de su habitación.
-Dime, ¿en que pensabas?- Gonzalo se dio vuelta hacia ella y, apoyándose sobre uno de sus brazos, la miró fijo hasta que Natalia no tuvo otra opción que voltearse a mirarlo.
-¿Qué planes tenemos? -mencionó de golpe- Digo, sé que nunca hablamos de esto, pero necesito saber qué es esto que compartimos...- Lo dijo en voz baja, casi como avergonzada de expresarlo. Pero él sabía que no había más que sinceridad en su pregunta, y con un suspiro contestó:
-No me había puesto a pensar en ello. No lo sé, sabes que no me llevo bien con los rótulos y esas cosas, pero sí sé que estoy bien contigo y me gusta todo lo que compartimos... ¿Qué es lo que vos queres?
-Gonza, yo quiero una persona que esté a mi lado y que busque construir cosas conmigo. Ya pase mucho invirtiendo mi tiempo con hombres que a los dos o tres meses ya no volvía a verlos, o me agotaban, o me aburrían. Sinceramente, quisiera estar con alguien que me complemente, que busque compartir conmigo su vida. -Gonzalo la miraba serio, pero no emitió palabra- Qué sé yo, quizás no lo parezca o te parezca absurdo, pero debajo de toda esta capa ácida sigo siendo una romántica empedernida...
-No creo que sea absurdo, ya sé que debajo de toda esa crema de limón con la que tratas las cosas, hay un corazón de dulce de leche...- Y lentamente bajó su cabeza hasta la de ella, besándola con ternura. Luego de unos instantes, apoyó su frente contra la de ella mientras decía- Y créeme, yo no sé si soy exactamente ese hombre que decís, pero sé que no quiero que pases de mí en uno o dos meses más... -La miro a los ojos unos segundos que parecieron eternos y finalmente le dijo- Quiero estar con vos.
Natalia lo miró largo rato y luego lo tiró contra el colchón, subiéndose sobre él y besándolo apasionadamente mientras el sol terminaba de ocultarse del todo y la noche tomaba a la ciudad.