martes, 25 de septiembre de 2018

Penélope

Ella se encuentra ahí, sentada en el sillón mirando de vez en cuando hacia la puerta. La música de fondo corroe el silencio de sus ojos expectantes. El reloj continúa marcando los segundos, tic-tac, tic-tac, sin detenerse a esperar lo que sea que ella aguarda. Y el paso del tiempo sólo vuelve más cruel la espera, más fuerte la ansiedad. Intenta evitarlo, intenta mirar para otro lado, pero ella sigue esperando una señal, una palabra, una sonrisa. Algo. Sólo espera que suceda finalmente algo.
Pero tic-tac.
Nada la acompaña, ni tampoco el dichoso suceso se da. Ella continúa esperando allí, a que algo mágico suceda y rompa con la espera.

lunes, 3 de septiembre de 2018

Laberintos

En ocasiones mi cabeza se convierte en un laberinto infinito de pensamientos, una madeja de ideas que parece no tener fin. Es agotador, pensar y repensar. A veces creo que es hasta contraproducente para mi propio psiquis. Sin embargo, no es algo que simplemente pueda evitar. Hay tantas cosas que no conozco, que no sé como encarar, que para poder luchar contra la incertidumbre mi cerebro busca alternativas, elabora escenarios y crea estrategias.
Es absurdo, nada en realidad está en nuestras manos, salvo nuestras propias decisiones. Y cada una de ellas es independiente y desconocida para los demás. Por lo que no importa que tanto conjeture, que tanto intente adivinar. Solo haciendo lo que sinceramente se siente, uno puede continuar con la conciencia tranquila, sabiendo que al final, la puerta del laberinto siempre aparecerá.