domingo, 28 de febrero de 2016

Idas y vueltas

No sé por qué a la gente le gusta cuando escribo sobre amores perdidos o sueños inconclusos.
Una vez, hace varios años, un colega escritor me dijo que mi parte más oscura era la más bella... Pero ¿qué gracia tiene ver el mundo tras un velo nublado? ¿Por qué he de ver hacia atrás cuando hay todo un camino por delante?
Lo cierto es que cuando me sentía triste y desvalida las palabras salían muy fáciles, porque el dolor hay que sacarlo fuera para que no te carcoma por dentro. Eso, sumado a una capacidad de expresarme en una prosa encantadora, hace que mis textos en aquella época fuesen como gotas de rocío en una mañana nublada: tristes, pero frescas.
Hoy por hoy, hace tiempo que nadie se gana realmente mi corazón, que no me ilusiono con historias de príncipes y princesas. Simplemente sigo viviendo cada día enfocándome en lo que me gusta, en ser yo misma, en vivir.
Eso, quizás, genera que no tenga un cúmulo de palabras las cuales vomitar... Pero eso no implica que mi amor por la escritura, por tratar de mostrar el mundo a través de mis ojos se haya apagado.
Siempre, aunque no queden escritas en papel o en internet, mis palabras vuelvan por el viento dando un toque de frescor a quien se anime a escucharlas.

Siempre, más allá de la vorágine de mi vida, mi amor por el arte prevalecerá. De eso, no cabe duda.

martes, 9 de febrero de 2016

Verdades no tan sinceras

No se puede saber si lo que pasa es la pura realidad o el invento loco de un ser que nos supera, como no podemos sostener el agua entre las manos eternamente.
Somos una fuente constante de contradicción e incertidumbre. A tal punto, que obviamos aquello que no podemos explicar. Los convertimos en magia, sueños o fantasías... ¿Pero algo acaso es absolutamente demostrable?
Son preguntas que tratamos de esquivar, que tratamos de esconder bajo nuestra gran alfombra llamada mundo... Pero bueno, cada tanto, está bueno reflexionar sobre los paradigmas que rigen nuestro supuesto universo.

Me parece que sólo así, algún día comprenderemos mucho mejor nuestro papel en el universo.

Sueños disparatados de un martes feriado

Es quizás el calor, los días libres o la sencilla disparatada mente que siempre tuve que me hace pensar en buscar un mundo mucho más allá, un mundo donde no haya estereotipo social, concepto de "lo que hay que hacer", un mundo lleno de sueños y esperanzas. Y ahí es cuando me pongo a cantar, bailando sola en mi casa y soñando con volverme música en el aire, sintiéndome parte de algo muy superior, donde mi alma se explaya haciendo arte, escribiendo o en la nota del violín.

Son días como hoy que me siento libre olvidándome de la realidad, olvidando que mañana me toca ir a trabajar... Pero tranquilos, mi mente inquieta no deja de soñar, no se deja enjaular, traten que la de ustedes tampoco, viviendo, al menos de a ratitos, el sueño que los revitaliza, que todos podemos ser luz eterna en este escenario que está esperando para vernos brillar.