jueves, 29 de octubre de 2015

Verborragia sideral

Las palabras vuelan a la mente, llegan como un papel llevado por un viento huracanado que viene a quebrantar todas las voluntades construidas con castillos de naipe.
¿Que tanto significa una palabra que se quema entre las leñas de una vida caótica y sumergida en la vorágine de una civilización sin control?
¿Qué sentido se le encuentra al sin sentido que se presenta ante los ojos y muestra una realidad que no habíamos llegado siquiera a imaginar?
Estar sumergido en un mar de letras que se mueven en circulo desordenando y ordenando la coherencia en un baile celestial.
Digamos que estamos en una posición en que no sabemos si es mejor interpretar las señales o dejarlas allí, quietas en su posición, sin prestarles atención, esperando que pierdan el sentido en un mundo que se derrite y nos lleva como en un río de mágica sensación.
Y todo este tiempo en que nos quedamos pensando en toda esta locura que nos envuelve y a priori no parece tener mucho sentido, encontramos un símbolo, una flecha que nos marca una dirección. En ese momento en que descubrimos que todo aquello que no comprendíamos, un día cobra valor, se vuelve brillante y de alta definición. 
Ese día, hemos descubierto uno de esos grandes pilares que nos marcan a fuego, que nos indican por qué, siempre el porque, estamos aquí.

lunes, 26 de octubre de 2015

Imágenes

Tengo un millón de imágenes en mi cabeza, que aparecen como flashes... Que se conectan con una palabra o quizás un par de ellas.
Son imágenes que no sé de donde nacen, pero fluyen como la sangre por mis venas y me dan ganas de volcarlas al mundo real, fuera de mi mente para que conozcan la realidad, que sientan lo que es la luz, el viento, la magia de poder generar algo único e inmutable como ser una fotografía.
Esas imágenes que se mueven por mi ser, son arte... Arte circulando por mis venas, que llega a mi esencia más pura y siniestra.
Y fomentan las palabras, que mis manos se encargan de registrar para no perder el sentimiento que han logrado capturar.
Y en esa combinación, hermosa e imperfecta de imágenes y palabras, de errores y aciertos es que se genera una luz que emana de mis alas invisibles y da energía a la semilla de la pasión que habita en mi interior, convirtiéndola en planta de verdes hojas, de vida pura.