miércoles, 29 de febrero de 2012

El grito del viento

El viento gritó.
Sentí como tu llanto iba arrastrándose entre tus manos, que en vano intentaban ocultarlo.
Pude ver a través del espacio entre los dos, masticar tu dolor, abrazarte de lejos.
Y tu ni siquieras lo supiste.
Llevaste la cruz solo y sin consuelo, hasta la punta de la colina para colgarte.
Narraste tu historia a los sordos para que algún día se olviden de vos como si no hubieras existido.
Y yo sin poder detenerte.
Pero el viento gritó, tan fuerte que no hubieras podido silenciarlo aun desatando una guerra.
Y en sus gritos supe que estabas intentando destruirte, borrar tus pasos sobre la arena del tiempo.
Y entonces rogué.
Le pedí a las damas y señores que manejan este universo que eviten esa tragedia.
Supliqué que te hicieran ver que la soledad no era tu única compañía en esta tierra hostil.
Una tormenta se desató.
Y tan fugaz como llegó dio paso al Sol, dejando tras de sí un arcoíris que se interpuso entre la cruz y vos.
Entonces lloraste otra vez, viendo en las luces cientos de destellos que te despertaron los recuerdos.
Dejaste caer la cruz.

Dejaste que mi abrazo te alcanzara.

Dejaste tu coraza atrás.

jueves, 23 de febrero de 2012

Ya no más

Hubo un silencio. Todos quedaron inmóviles para ver lo que venía a continuación. Una única luz, alumbrándole desde el cielo, dejándole el rostro bajo en penumbras.
¿Ahora qué?
Se había jugado la vida en ese instante, rompió con las cadenas que la mantenían sujeta a una existencia de indiferente normalidad. Ya no podía seguir siendo una más del montón, ya no volvería atrás a refugiarse en las sombras del desconocimiento. Ahora había dado un salto al frente, irrumpido en ese momento de efímera celebración para decir su verdad, para gritar aquello que le habían obligado a mantener dentro, pudriéndola desde sus entrañas y asfixiándola hasta la locura.
- "¿Y ahora qué?"
Ahora debía hablar, debía dejar salir esos demonios que habían criado dentro de su ser... Tenía que dejarse ser, porque si no se autodestruiría definitivamente, arrasando consigo todo lo que la rodeaba.
-"Ya no más..."
Sus manos temblaban al costado del cuerpo, su furia se filtraba entre los dedos de los pies, echando raíces en la tierra. Respiró hondo, contuvo el aliento y levantó finalmente la mirada.
- "Por favor, ya no más."
En sus ojos una cascada de emociones fluía sin resguardo, una mezcla de angustia y alivio por dejar salir todo aquello. Su público la miraba desconcertado, sin animarse a hacer nada para detenerla. Sabían lo que había llevado a esa muchacha hasta ese lugar, sabían que lo había provocado también.
- "No más abusos, no más heridas que no sanan ni con sal. Basta del maltrato físico y psicológico, de los insultos por las mañanas y las palizas por las noches, basta de violarnos, de atarnos y amordazarnos para evitar que nos defendamos. Basta de ser un objeto de vuestra posesión. Somos libres, todos y cada uno de nosotros somos libres y como tales podemos decir Basta de una vez. No les temo, ya ni la muerte salvará mi alma luego de tanto dolor..."
El círculo fue cerrándose sobre ella, la fiesta había terminado, su espectáculo prácticamente también, no quedaba mucho tiempo, debía terminar lo que había empezado antes que la acallaran...
- "No me importa lo que me pase, no importa qué sea de mí, hoy mi grito se escuchará hasta el desierto más lejano, ustedes no podrán limitarlo, y mientras intentan en vano que el eco no resuene, mis hermanos comenzarán a reproducirlo de nuevo en distintos puntos del país. Porque ellos ahora son libres, mientras ustedes se encargan de terminar conmigo aquí... Ya no más."
Y la luz se apagó en el mismo instante en que las sombras se echaron sobre su cuerpo.

martes, 21 de febrero de 2012

Magia

Una luz atraviesa el cielo en una estrella nada fugaz, que se impone en el firmamento consciente de su propio poder.
La luz se vuelve de colores infinitos, atrayendo la mirada de los pobres mortales que la miran anonadados. Un poder que se transforma en cientos de sensaciones sobre aquellos que quedaron deslumbrados por su belleza, un sitio común, entrada al laberinto de imaginaciones comunales.
Todos estiran su mano, intentando alcanzar el rayo de luz que los hipnotiza en una melodía silenciosa, como serpientes domadas comienzan a buscar la punta más alta del árbol para acercarse a la estrella, entrar a su portal, perderse en sueños de magia y felicidad, inocentes sueños del que jamás despertarían.
La luz se potencia, como una llama alimentada por la energía ingenua de aquellos a los que atrapó. Ambiciosa estrella que busca del dominio absoluto de los sueños mortales.
Pero casi en su éxtasis, la luz comienza a menguar, las alas de un ángel gris, perdido en el firmamento, despierta del letargo a los prisioneros. Los devuelve al estado original de realidad. Les demuestra que por más bellos que parezcan los sueños, de nada vale si sólo son construcciones imaginarias. Su cruda verdad los devuelve a un camino de roca y espinas. Cruel parece la acción del ángel, mas sólo ha cumplido con su deber: corta las cadenas de la mentira para darles la oportunidad de volver a vivir, a sentir, a disfrutar de un mundo que se abre frente a ellos con un abanico infinito de opciones para lograr llegar a una felicidad la cual no se perderá al despertar.

sábado, 18 de febrero de 2012

Aunque

Y aunque no brille el sol en el cielo, aunque sea un día nublado, aunque haga calor... Aunque las sensaciones en la piel se sientan pegajosas y húmedas...
Aunque sucedan muchas cosas, aunque no pase nada, no importa. Simplemente no importa, hoy en día a mí no me importa. Me despierto cada día, lo vivo, lo disfruto, lo sufro, lo aprendo. Y lo único que me interesa es seguir aprendiendo. Es seguir probando, es seguir sintiendo, sin que todo lo demás influya, o me ponga presiones o me imponga prejuicios, etiquetas.
Reglas, ¡no quiero reglas! No quiero tener que decir esto sí, esto no. No quiero seguir topándome con mis propios desafíos, quiero superarlos, quiero intentarlo, quiero que veamos.

~improvisación disponible en Narraciones

miércoles, 15 de febrero de 2012

Hagan sus apuestas

Hace mucho tiempo que creí haber perdido el sentido en que se orientaba mi destino. Acostumbrada a apostar y tener que pagar, no dejé de buscar la manera de ganar.
Hoy me encuentro frente al desafío otra vez. Con la posibilidad de poner a prueba mi suerte, el árbol de decisión me muestra infinita ramas de probabilidades. Seguir apostando o plantarme acá, ¿esta es la cuestión? No lo creo, ya fui, soy y seré siempre esta alma inquieta deseosa de seguir arriesgándose, buscando nuevas experiencias y soñando despierta. ¿Apostar o no apostar? Aún sabiendo que la Casa casi siempre gana. ¿Apostar o no apostar? Con el Destino que se ríe en mi cara, sabiéndose de entrada todas las jugadas. ¿Apostar o no apostar?
All in.
Ahora es tu turno de jugar.

sábado, 4 de febrero de 2012

Humedad

Hace demasiado calor... Poco aire fresco, tu cuerpo, el mío. Y la humedad. Esa misma que empieza a envolvernos en sus brazos tibios, pegando poco a poco la ropa al cuerpo. El ambiente comienza a vibrar, una música se apodera del silencio y nos convierte en parte de su compás. 
El sudor empieza a empaparnos. Tu rostro, el mío, como  riscos por donde gotas comienzan a caer. El espacio entre nuestros cuerpos se vuelve obsoleto. Puedo sentir como se eleva el calor de tu piel, el brillo de tu espalda desnuda, es una invitación. 
Me dejo llevar, te doy vía libre para que te apoderes de mi racionalidad, la vuelvas obtusa y me lleves por el camino donde esta humedad que me domina, que nos domina, comienza a ser placentera, a dejarnos deseosos de que nunca se acabe.