lunes, 26 de diciembre de 2016

Las olas del mar

Una mirada, un instante, un suspiro.
Un roce al pasar, una media sonrisa, un silencio.
Hay momentos que son realmente difíciles de explicar,
tanto como contar las olas del mar.
Y tan preciados como una perla hacen mella en un corazón oxidado.
Tan fugaces como una estrella me dejan pensando,
si tal vez, sólo tal vez, no sean un espejismo en el desierto
o un susurro del viento.
Sino que sean reales,
sinceros.

Ya ves, es algo difícil de explicar,
pero cuando lo sientes,
es casi imposible de olvidar.

lunes, 19 de diciembre de 2016

Pájaros al sur

Los vientos de cambio soplan con más fuerza a medida que se acerca el final del calendario. Calculo que será una cuestión más bien psicológica lo que provoca que todo el mundo haga balances y piense en como cambiar aquello en lo que no le fue tan bien hasta el momento...
Pero también creo que se trata de algo bastante esotérico, es decir, la energía que flota en el aire es diferente. ¿No sienten que el aire cálido los invita a reflexionar y a buscar un camino diferente, como si fuéramos pájaros guiados hacia zonas más amenas?
Quizás es que se forma un efecto dominó, donde una persona empieza a pensar en como aprovechar la oleada que genera el primer día del año, y así todo el resto de la humanidad cae detrás. Es como si esa personilla fuera la mariposa que bate sus alas en una punta del mundo y retumba con una fuerza increíble en el otro extremo.
Y quién te dice, quizás no habías pensado en este tema hasta ahora, pero ya me ves aquí, batiendo un poco las alas a ver si consigo un tsunami de reflexiones... En realidad me conformo con al menos una sonrisa al pensar en eso que el próximo año harás.

lunes, 5 de diciembre de 2016

Un poco más cerca

Verse a través del espejo del alma y notarse real, genuina, vivaz... Eso es parte de una experiencia que cuesta a veces años conseguir, y hay quienes nunca lograr ver más allá de un vidrio ahumado por los malos recuerdos y los sueños quebrados que empañan el alma. 
Hoy me veo más cerca de esa mujer que siempre recordé que fui, hoy me siento más cerca de mi misma.

domingo, 4 de diciembre de 2016

El fin de una era

Son momentos de cambios.
Resulta extraño, verse distinta en un mismo contexto, saberse parte de un final que da paso a un nuevo comienzo. Y resulta evidente que es necesario quemar etapas. Cerrar historias. Re-encontrarse a uno mismo.
Durante cinco años estas paredes a mi alrededor me vieron reír, llorar, amar y desenamorarme. Me vieron crecer, aprender y florecer en la persona que hoy soy. Estas paredes, estas puertas y ventanas fueron mi puerto seguro en un mar tormentoso. Por eso ahora, sabiendo que faltan tan sólo días para empezar otra vez es que le dedico estas palabras a mi (todavía) hogar.
Porque nadie me va a quitar las experiencias vividas, es el primer lugar donde viví por mi cuenta, el lugar donde pude empezar a expresar mi arte a través de la música del violín. Es un lugar que está cargado de recuerdos, de memorias y también algunos olvidos.
Claramente puedo afirmar que este es el fin de una era.

sábado, 26 de noviembre de 2016

Las siete palabras

Una vez leí que bastan siete palabras para enamorar una mujer. No se trata precisamente de una frase pre-elaborada, ni una clave en un idioma desconocido, simplemente hay ocasiones en que más de siete palabras sobran, son inútiles o superfluas.
Y es que las mujeres seremos muy complejas en muchos de nuestros aspectos, pero lo cierto es que somos hijas de Venus y sabemos reconocer la pasión oculta tras una sonrisa, una mirada y tan sólo siete palabras.

jueves, 20 de octubre de 2016

Las palabras también vuelven...

Y una noche, como muchas noches de mi vida, me senté a escribir...

La espina de dios

Es como una espina clavada en el centro mismo de mi memoria, que me permite darme cuenta cuando no hay sinceridad, que me enseña a que confiar no implica desconfiarse de uno mismo.

Hay enseñanzas que son crueles e incluso creemos que innecesarias, pero siempre todo aquello que nos pasa tiene un motivo, en este caso, hacerme comprender que las espinas duelen, pero también significan memoria, significan aprendizaje, implican que hay una razón (que quizás no conozca) para que existan y permanezcan allí, donde molestan, hasta que un día tal vez (pero tal vez nomas) haya forma de eliminarlas sin olvidar.

sábado, 24 de septiembre de 2016

Un sábado por la mañana...

Aún me quedan muchos kilómetros por recorrer, y muchos paisajes que visitar. Mis pies inquietos se mueven indicándome que es hora que comenzar otra vez.
Y quizás es esta expectativa, o tal vez sólo el rumor del viento, pero siento que este nuevo comienzo, este volver a caminar habiendo recuperado mis candombes de resaca, me llevará a un mejor lugar.

jueves, 1 de septiembre de 2016

Ausencia de palabras

Como a veces es tan complicado lograr explayar lo que pasa por la mente, paso muchas horas de mi vida callada buscando, simplemente buscando, las palabras adecuadas para representar aquello que vive en mi interior.
Quizás es porque he madurado, quizás es porque somos hijos del rigor, pero la verborragia me ha abandonado y me ha dejado con la responsabilidad de escribir algo mejor que simple historias de amor.
Y ahora estoy aquí, un jueves por la noche, con el ruido de la calle y mis dedos sobre el teclado como música de fondo. Mi gata me observa predicar desde la mesa de luz, quieta y expectante como si supiera lo importante de este rito que es escribir.
Es que escribir para mí no es un descargue, ni es siquiera un entretenimiento, sino que es la esencia misma de mi ser, que me permite ser quien soy, decir lo que pienso y sentir a través de las palabras que ahora alguien más está leyendo. Porque escribir es dar vida a un montón de cosas que uno no sabía que tenían ente propio. Es jugar a ser un Dios omnipotente y omnipresente en todo aquello que dejamos grabado en un papel, una red o en la arena del tiempo.
No debemos olvidar que las palabras son armas letales, mucho más peligrosas que un cuchillo o una bala. Las palabras tienen el poder de crear o de destruir con la facilidad de un huracán. Es por esto que he aprendido a medirlas, a usarlas con responsabilidad y, hasta a veces, aceptar su ausencia. Y te aconsejo que empieces a hacer igual.

martes, 5 de julio de 2016

Los días después

Algunas sombras no se escarmientan con la noche, sino que se vuelven más audaces, más caprichosas en su presencia ante los ojos del mortal que se cruce en su desdichado camino.
Es así como me encuentro ahora tratando de esquivarlas, no cruzarlas como si yo fuera una rea supersticiosa y las sombras escaleras, gatos negros o sal derramada.
Aunque ahora me pregunto, ¿qué objeto tiene huir, tratar de escapar? Sé que las batallas se crearon para afrontarse, para ganarlas, no para rendirse o parlamentarlas. Menos aún con seres informes.
Pero aún así, días después, trato de tomar la decisión: de levantar las lanzas o bajar bandera. No quiero que corazón de luz y sombra termine mancillado en esta cruzada, con lo que me costó recomponerlo de la última guerra que libré. No quedan muchas opciones, no sé bien si saldré victoriosa de este reto, pero definitivamente, estos días después de, deben terminar de una vez.

martes, 3 de mayo de 2016

Átenme las manos

Parece absurdo, ¿no?
Quizás alguno pensará que soy algo masoquista o que leer las Sombras de Grey durante mi viaje por Europa me afectó seriamente, pero aquellos que me conocen (y conocen mi verdadero amor por Borges) saben que no es eso a lo que me refiero.
Pero digo, me pregunto... ¿Por qué será que algunas mujeres (y hombres seguro que también) nos empecinamos con determinas cosas, con determinada gente?
Sinceramente, hay veces que ni yo me entiendo. Incluso creo que ni mi psicóloga me entiende tampoco, porque mi subconsciente es tan retorcido que busca la mejor manera de ocultar la respuesta a esta situación. 
Me encuentro pensando, re pensando, re-contra pensando en una voz, unos ojos, un momento. Y sé que es por nada, que es un barco que quedó al otro lado del océano y que debería olvidarlo, pero, ¡qué miércoles que soy tan obstinada que ni yo misma a veces me aguanto!

Entonces, conociendo mi debilidad (esperando que ese otro no la conozca nunca) es que me auto-impongo ciertos límites, ciertas barreras para conservar mi orgullo un poco menos baqueteado, para no dejarme expuesta ante alguien que no tiene idea de lo que significa para mí exponerme. Porque es muy fácil hacer juicios apresurados y juzgarme sin conocerme, sin saber los juegos de luces y sombras que cubren mi piel, sin saber todo lo que soy y cómo puedo llegar a dejarme ser. Es realmente fácil pensar que con media hora, uno se puede hacer una idea del otro, pero si me estás leyendo, querido lector, sabrás tan bien como yo que con unas horas no alcanza, y hay veces que ni media vida resulta suficiente. 

Y es por eso que ahora estoy pidiendo que alguien me ate las manos, que me ayude a mantener mis límites de salvaguarda, que me ayude a no correr en busca de algo que ni siquiera sé donde encontrar.
Quizás todo esto es sólo porque ya me he cansado de tanto remar, y sólo deseo que alguien al fin me ayude a cruzar.

sábado, 23 de abril de 2016

Nada de conformismos

Es extraños a veces como estamos sentados, viendo los minutos pasar y nos preguntamos, de un momento a otro, ¿qué sucedió? ¿Cuándo la inercia ha logrado vencer?
Son momentos en que dudas existenciales quedaron relegadas bajo la rutina, cuando nos dejamos llevar en vez de empujar nuestra vida hacía adelante.
Y uno diría: "Oh, no... He caído en el pozo".
Pues no, creo que es justamente lo contrario, es mejor haberse dado cuenta tarde que no haberse dado cuenta nunca. Es una buena señal llegar a ese momento de introspección que nos permite ponernos a prueba y lograr encontrar nuestro camino nuevamente.
Hay veces que es necesario frenar y pensar en la dirección que tomamos, en las decisiones que nos llevaron hasta donde estamos parados y ver si eso nos enorgullece o nos preocupa, nos hace sentir plenos o nos hace dar cuenta que en realidad necesitamos volver a empezar, destruir nuestra fortaleza de arena y volver a construir. Y ojo con esto, porque no existe el tiempo perdido, existe el aprendizaje. Muchas veces hay que probar muchas cosas hasta que encontramos aquello que nos gusta, que nos hace sentir plenos.
En definitiva, creo yo, que es mejor cuestionarnos un poco, cada tanto, a fin de no perder nuestro horizonte y poder cambiar el rumbo hacia el paraíso que es poder ser lo que realmente deseamos ser, y no sólo conformarnos con lo que "nos tocó ser".

lunes, 11 de abril de 2016

Kilómetros

He vuelto de uno de los viajes más importantes de mi vida.
Hay miles de motivos por los que digo que este viaje (tan esperado) es el más importante. Es mi primer viaje a Europa. Mi primer viaje fuera de Argentina.
En esta aventura me encontré nuevamente conmigo misma.
Pude apreciar la belleza del mundo en una mágica visión.

En este viaje, donde atravesé miles de kilómetros, encontré esa luz que había creído extraviada.

domingo, 28 de febrero de 2016

Idas y vueltas

No sé por qué a la gente le gusta cuando escribo sobre amores perdidos o sueños inconclusos.
Una vez, hace varios años, un colega escritor me dijo que mi parte más oscura era la más bella... Pero ¿qué gracia tiene ver el mundo tras un velo nublado? ¿Por qué he de ver hacia atrás cuando hay todo un camino por delante?
Lo cierto es que cuando me sentía triste y desvalida las palabras salían muy fáciles, porque el dolor hay que sacarlo fuera para que no te carcoma por dentro. Eso, sumado a una capacidad de expresarme en una prosa encantadora, hace que mis textos en aquella época fuesen como gotas de rocío en una mañana nublada: tristes, pero frescas.
Hoy por hoy, hace tiempo que nadie se gana realmente mi corazón, que no me ilusiono con historias de príncipes y princesas. Simplemente sigo viviendo cada día enfocándome en lo que me gusta, en ser yo misma, en vivir.
Eso, quizás, genera que no tenga un cúmulo de palabras las cuales vomitar... Pero eso no implica que mi amor por la escritura, por tratar de mostrar el mundo a través de mis ojos se haya apagado.
Siempre, aunque no queden escritas en papel o en internet, mis palabras vuelvan por el viento dando un toque de frescor a quien se anime a escucharlas.

Siempre, más allá de la vorágine de mi vida, mi amor por el arte prevalecerá. De eso, no cabe duda.

martes, 9 de febrero de 2016

Verdades no tan sinceras

No se puede saber si lo que pasa es la pura realidad o el invento loco de un ser que nos supera, como no podemos sostener el agua entre las manos eternamente.
Somos una fuente constante de contradicción e incertidumbre. A tal punto, que obviamos aquello que no podemos explicar. Los convertimos en magia, sueños o fantasías... ¿Pero algo acaso es absolutamente demostrable?
Son preguntas que tratamos de esquivar, que tratamos de esconder bajo nuestra gran alfombra llamada mundo... Pero bueno, cada tanto, está bueno reflexionar sobre los paradigmas que rigen nuestro supuesto universo.

Me parece que sólo así, algún día comprenderemos mucho mejor nuestro papel en el universo.

Sueños disparatados de un martes feriado

Es quizás el calor, los días libres o la sencilla disparatada mente que siempre tuve que me hace pensar en buscar un mundo mucho más allá, un mundo donde no haya estereotipo social, concepto de "lo que hay que hacer", un mundo lleno de sueños y esperanzas. Y ahí es cuando me pongo a cantar, bailando sola en mi casa y soñando con volverme música en el aire, sintiéndome parte de algo muy superior, donde mi alma se explaya haciendo arte, escribiendo o en la nota del violín.

Son días como hoy que me siento libre olvidándome de la realidad, olvidando que mañana me toca ir a trabajar... Pero tranquilos, mi mente inquieta no deja de soñar, no se deja enjaular, traten que la de ustedes tampoco, viviendo, al menos de a ratitos, el sueño que los revitaliza, que todos podemos ser luz eterna en este escenario que está esperando para vernos brillar.