lunes, 18 de diciembre de 2017

Entrega #4

-¿Quieres contarme de eso?
-Todo empezó hace unos... Mmmm... ¿4 años? Algo así. No recuerdo bien. Pero sí recuerdo la primera vez que hablé con Gonzalo, estaba con una de las chicas tomando algo en un bar cuando él y un amigo se nos acercaron para hablar. En realidad el amigo quería levantarse a Rocío, pero al final terminamos nosotros dos en mi casa... Cuando me desperté al otro día se nos partía la cabeza al medio a los dos, de hecho... -una sonrisa se le dibuja en el rostro al recordar- nos miramos y comenzamos a cagarnos de risa.
-¿De verdad? ¿Y por qué se reían?
-Porque era todo muy bizarro. Comenzamos a hablar en el bar y, claro, teníamos muchas cosas en común. Es raro en realidad que si un flaco comienza a chamuyarte no te diga que le gustan las mismas cosas que vos, ¿sabes?. Lo dicen porque total si funciona bien y sino nunca sabremos que era todo verso. Pero en este caso, misteriosamente, le creí. Y creo que ahí es donde me metí en un bardo.
-Pero, a ver, déjame entender, ¿entonces no les gustaban las mismas cosas?
-A ver, sí. Ese es el punto. Cuando yo decía: "me encanta ver los Caballeros del zodiaco" y él me decía que también, era obvio que era verdad. Hubiera desconfiado si no, porque ¿a qué hombre de mi edad no le gustan? Pero cuando fuimos hablando de cosas más profundas, me dí cuenta que él sabía de qué estábamos hablando... Ahí creo que hice el clic y ya te digo, terminamos los dos en mi casa, primero tomando algo más tranquilos y después durmiendo juntos.
-Pero, veamos. Detengámonos ahí un momento. Decís que con él hubo una especie de conexión, ¿cierto? Tanto que te llevó a invitarlo a tu casa, algo que sé que no sueles hacer tan fácilmente. Dime ¿qué sientes hoy respecto a esa primera noche? ¿Crees que si hubieras sabido qué pasaría luego, no lo hubieras hecho?.- La psicóloga le había dado en el quid de la cuestión.
-Mmmmm, he pensado mucho en eso ¿sabes? Pero no, sinceramente, de esa primera noche no me arrepiento para nada. Lo valió. Como lo valió el día siguiente y muchas cosas que pasaron luego de eso. Quizás me recrimino que no supe ponerle un freno. Ese fue creo mi mayor problema, dejé que las cosas avanzaran sin pensar, y la que salió lastimada fui yo únicamente. Si le hubiera dicho no, en más de una ocasión, quizás nunca hubiéramos llegado al momento de ruptura. Pero sabes que me cuesta decirle que no a los que quiero...
-Sí, lo sé. Bueno Natalia. Creo que debemos dejarlo aquí por hoy. Pero la próxima semana me gustaría seguir hablando un poco de este tema.
-Dale, gracias Rebeca.

miércoles, 13 de diciembre de 2017

La palabra adecuada

Y así sucede, dentro de un verso escuchado mil veces, una palabra desnuda su significado de forma inesperada.
En ese instante, ese segundo en que se desencadenan un montón de sensaciones, un golpe contra la realidad nos da justo en el nervio. Y la canción se vuelve piel, parte de uno mismo, explicitando todas esos sentimientos que, tras el velo de una mirada, se ocultan dentro del corazón.


miércoles, 6 de diciembre de 2017

Entrega #3

Venía distraído charlando con uno de sus compañeros. Cuando levantó la vista creyó ver a alguien a la distancia que le resultaba familiar, pero su amigo lo empujó y cuando volvió nuevamente a mirar en la misma dirección, no había nadie.
Quizás el cansancio y el estrés le estaban jugando una mala pasada. Hacía noches que no dormía bien, que estaba preocupado por el final que acababa de rendir y por las demás cosas que habían sucedido en las últimas semanas.
No había vuelto a saber nada de ella, por más que buscara el momento, se acobardaba a último momento y terminaba por no preguntarle nada a Sofía. Tal vez era mejor así. Aún recordaba la mirada dura, llena de dolor y convicción, que le dedicó Nati la última vez que la vio. Nunca le había visto esa mirada en todos los años que la conocía, la había visto segura, confiada, enojada, pero no con esa dureza que podría haber derretido hasta el mismo Perito Moreno.
Si, era mejor dejar las cosas así. No quería volver a toparse con esa mirada, con esa certeza de que había roto algo en su interior. Le había gritado cobarde, y seguramente tenía razón, porque era un cobarde que no se animaba a buscarla y decirle lo mucho que lo sentía. Que sabía que estaba equivocado, pero nada podía hacer ya. Había aceptado las condiciones que le habían impuesto y tenía que vivir con ello...

lunes, 4 de diciembre de 2017

Cambiapieles

Hay veces en que puedo ser la más inocente y dulce de las muchachas.
Y hay otras en que soy una puta sinvergüenza.
Puedo ser muchas mujeres, adoptar una postura u otra dependiendo la situación, o incluso quién me acompañe.
Y nada tiene que ver con la indecisión ni la falsedad. Simplemente soy fiel a mí misma, a mis deseos y convicciones. Me dejo llevar por el instante y lo vivo de forma de explotarlo al máximo.
¿Para que encasillarse en un único papel si en la variedad está el gusto?
Puedo adoptar varias pieles sin perder la esencia que llevo dentro, aquello que me vuelve quien soy y me distingue del resto.
Si, soy una cambiapieles, y la verdad es que disfruto de serlo.

viernes, 1 de diciembre de 2017

A thousand years




El humo del cigarrillo consumiéndose en el cenicero. La copa de vino derramado en el suelo en un rincón. Y una lágrima recorriendo la mejilla, siguiendo el camino que dejaron las anteriores.
Y en el centro de todo: el recuerdo. Un recuerdo lleno de agridulces que hacen arder las cicatrices que dejaron.
Porque el olvido es un regalo preciado... Y hay veces que, cuando el recuerdo ha arraigado hasta las entrañas, es imposible olvidarlo.