sábado, 22 de abril de 2017

Duda

Los ojos de Ana estaban vueltos hacia la ventana, pero su mirada ausente no enfocaba nada en particular. Estaba perdida en sus pensamientos, en recuerdos de años de antigüedad. Recuerdos de una época donde las cosas parecían más sencillas. Una lágrima se deslizó desde sus ojos y recorrió su mejilla hasta perderse en el pañuelo que le abrigaba el cuello.
Volvió en si dando una sacudida de cabeza, las dudas la atormentaban de vez en cuando si se detenía mucho en esos recuerdos: ¿Volver atrás? ¿Hacer como si nada hubiera sucedido?...
No, sabía que esa no era la solución, probablemente sólo era buscarse nuevos problemas. Debía aceptar las consecuencias que el tiempo le había mostrado a lo largo del camino que había elegido.
"Es que a veces resulta difícil", pensó, mirando nuevamente hacia la calle por su ventana, y en ese momento escuchó la canción que estaba reproduciéndose en su notebook, que le provocó media sonrisa por la coordinación de la música y sus nublosos pensamientos: "Yo por ateo y racional no tengo a quien rogarle, vos tan insegura que queres cambiar de vida...".
La sonrisa se desvaneció tan rápidamente como había aparecido cuando recordó quién le había hecho escuchar la canción por primera vez. Volvió a mirar los apuntes que tenía sobre la mesa ratona, convenciéndose de que el destino le había hecho su jugada y ella había apostado mal. Era hora de dejar de pensar en sueños inconclusos, de esperar cosas que no iban a pasar. Era hora de tratar de hallar un nuevo camino, ese que le permitiera sentirse segura de que sus pasos no la traicionarían una vez más.