miércoles, 25 de junio de 2014

Asco

Escupeme, basureame hasta el cansancio.
Ensuciame, tirame al lodo y embarrame por completo.
Hazme todo lo perverso que se te cruce por la mente,
tirame del pelo, rasguñame, puteame hasta que
se te acaben los insultos y humillaciones.
Diviértete con mi desgracia, ríete de mi cuerpo insulso.
Pateame en el suelo, y pisoteame como si no fuera nada.

Haz conmigo lo que quieras, saca lo peor de vos,
sin ningún resguardo, desahogate de todo lo que odias.
Humillame hasta que mi autoestima se haga humo,
hasta que te sientas mejor por tenerme enfrente.
Jactate de haberme destruido por completo,
por haberte adueñado de mi por completo.

Aún así, seguiré sin guardarte miedo.

30/07/2011

lunes, 23 de junio de 2014

Almafuerte

Fue hace tiempo atrás. Llegó la noche, aún recuerdo el frío que comenzaba a notarse en la atmósfera. No me había dado cuenta que sentía nervios, ni que miraba la hora más de la cuenta. Pensaba que no significaba nada, que era otra distracción más. Pero cuando sonó el timbre me temblaron las manos al atender el portero. Allí estaba, no era una ilusión, estaba realmente en la puerta de mi edificio. Bajé pensando que no sabía con qué me iba a encontrar, pero cuando lo vi no hubo dudas. Mi piso tembló. Su sonrisa tan perfecta me iluminó como si la noche nunca hubiera llegado.
En ese instante, una parte de mí supo que estaba perdida, que ya no tenía vuelta atrás. Pero la otra parte se convenció que nadie jamás despertaría al dragón, que nadie en este mundo sería capaz de echarlo nuevamente al viento para volar. Que mi esencia se había dormido para no volver a despertar jamás.
Y así fue que lo dejé entrar, sin pensar en las consecuencias, creyéndome dueña del juego... Sin embargo, pronto quedó en evidencia que no podía doblegar mi corazón. Hasta mis entrañas me traicionaron de la revolución que su persona generó en mí. Y terminé frágil, tirada en un rincón, soltando mis más secretos pensamientos frente a él. Sin poder controlarlo, yo, que siempre me había jactado de ser la guerrera invencible, me había quedado completamente desarmada ante su mirada. Todas mis tropas se rindieron ante sus caricias, ante su cuidado.
Al otro día no lo podía creer, al verlo junto a mí. Era un ángel sin alas que me había despertado del sueño eterno al que yo misma me había sumido.
Con el tiempo, él encontró la llave del candado con el que había encerrado a mi dragón, y me mostró que aún recordaba como volar, sólo necesitaba cortar las cadenas.
Y así terminó liberándome del miedo, liberándome de la oscuridad, encendiendo la luz que habita en mi interior y haciéndome brillar.
Así terminó demostrándome que ni yo era capaz de olvidar lo que era amar.

viernes, 20 de junio de 2014

Certeza

Sé exactamente lo que estoy perdiendo. Es por eso que el dolor nace de lo más profundo. Aunque a veces lo aplaquemos, aunque a veces nos permitimos un paréntesis, el trasfondo no cambió.
Y ahora sé, por fin lo comprendo, que tengo que seguir sin mirar atrás. Y sé que jamás amare a otro hombre como te amo hoy a vos. Y ese amor quedara escondido en lo más profundo de mi ser. Es la certeza que me acompañará por siempre. No hay estrella que me haga brillar más que tu sonrisa.
Y debo soltar mis manos de las tuyas. Debo volver a caminar. Y también sé que seguiré soñando cada noche con volverte a cruzar. Porque amores como este jamás mueren.

sábado, 14 de junio de 2014

Una anestesia, por favor.

¿Cómo anestesiar mi corazón?
En estos días en que todo duele más de la cuenta, en que el alma se fragmenta cual cristal fino. Necesito algo que me calme los espasmos, me aligere el retumbe en mi cabeza y me permita continuar mi vida, lo más cercano a la normalidad, sin llanto, sin miradas muertas.
Necesito algo que me ayude a no pensar en lo que fue y en lo que podría haber sido.
Necesito algo que me haga olvidar las caricias, los besos y los abrazos.

Tan sólo por un instante aunque sea, para volver a ver el brillo de las cosas, para alejar las nubes de tormenta que se instalaron en mi cuerpo.

domingo, 1 de junio de 2014

Laberinto sin razón

Estoy metida hasta el cuello en este laberinto que yo misma construí. Me empeciné en hacerlo el más retorcido, infalible y cautivador que alguien pudiese ver.
Quería dar muestra de aquello que podía hacer y termine atrapada y sin orientación en sus paderes altas, verdes e insinuantes.
El laberinto con músicas místicas, luces tenues, se volvio mi cárcel perpetua, porque es mi voluntad quien custodia la puerta.

La verdad

A quién quiero mentirle? Simplemente no puedo seguir así fingiendo que no me importa saberte lejos. Sigo esperando verte cada día, que el destino nos encuentre y nos haga ver que es una estupidez estar lejos. Te extraño en lo más profundo de mi ser, te amo como no pensé amar a nadie en esta vida. Suena exagerado, lo sé, pero tengo mis razones para saberlo. Mi corazón se detiene tan solo al pensar que no volveré a tocar tu piel. Y las lágrimas caen, nuevamente desde lo profundo de mi alma. Y aunque intento retenerlas, intento que no sigan regando mis mejillas, no logro contenerlas.

No quiero decepcionarte, pero no llegué a aprender a vivir sin vos.
Y no me pidas que lo aprenda.
Te extraño.
Te amo.