martes, 21 de junio de 2011

El rock del olvido

Se quedó asombrado mirando como el humo se elevó hasta el cielo abierto. Sus ojos no podían creer estar viendo eso otra vez. ¿Cuantas veces...? ¿Cuánto llanto debía derramarse sobre la acera? ¿Cuanto más? Pasaron los años, pasaron las noches en vela y los aniversarios. El grito de auxilio tardó en perderse en el viento de la ciudad. Sangramos la herida de tantos sueños perdidos.
Tardó en reaccionar, el shock aun se apoderaba de su mente ante tal falta de conciencia por los demás. En sus ojos un abismo a los oscuros recuerdos del limbo.
Ya resulta inútil intentar explicar el dolor que su alma carga, sobran las cicatrices de pelearse con la vida para seguir adelante, para seguir luchando contra la adversidad de saber que la inocencia ya no es parte de nuestro ser. Perdimos la ilusión de la inmortalidad. Somos hijos del rigor, sabemos que si queremos seguir de pie, tenemos que ponerle el pecho a lo que venga.
Y no lo sorprendió que todavía un pibe (o más) puedan pasar una bengala por los controles, que la hinchada sea más importante que el equipo o la banda. Eso es lo que le preocupó, el agravante es que no impresiona, no resulta impensado ¿Qué tanto tiene que pasar para que las marcas no sean cicatrices sino enseñanzas? Pensó.
¿Qué tanto tiene que pasarnos para volvernos conscientes de que tenemos el mundo en nuestras manos y somos los únicos que podemos cambiarlo?
¿Cuánto más? ¿Qué más?

Nunca más.-

sábado, 18 de junio de 2011

Ahí está la puerta

Me cansé. Me cansé de tus idas y vueltas, de tu indecisión o de tu indiferencia. Ya no sé qué será, pero me cansó.
Soy grande, aunque así no lo creas. Tengo en mi espalda una mochila bastante llena de recuerdos y experiencias a esta altura, que no creo que siga siendo una nena como a veces te pensarás. Me conoces muy poco, aunque hayas estado dentro mío, aunque pienses que ya sabes como soy.
No, lamento informarte que mi cuerpo y mi alma son dos compañeros de ruta, pero hay diferencias que no se encuentran en besos, caricias, sexo. Y eso pasa porque no has querido verlo, te quedaste en mi pasión y no te diste cuenta que tuviste la puerta al cielo abierta ante tus ojos.
Me cansé, sinceramente ya no tengo tiempo para ver si algún día algo cambiará. Y antes que digas que no me has pedido nada, te aclaro que ya lo sé. Que tengo en claro que todo se da. Pero, aunque estés convencido de lo contrario, yo no me doy cuando vos quieras que me de. Tengo el control de mi vida, y con el mismo te señalo que por allá tenes la puerta. Anda por la sombra, que te garue finito y lo siento, descorcharé los dos vinos que tengo en casa en otra ocasión.

martes, 7 de junio de 2011

Tengo ganas

Tengo ganas de que seas mi inspiración, que soñar con vos resulte un deseo constante al momento de irme a la cama. Tengo ganas de que ese sueño, que me despertará con una sonrisa al día siguiente, un buen día se vuelva realidad y ya no sea más un motivo de ilusión.
Tengo ganas de que los tiempos no se lo tomaran con tanta calma y poder disfrutarte de una buena vez. Tengo ganas de que esto no sea una confesión, sino más bien el relato de lo que alguna vez me pasó, porque no puedo aguantarme tanto las ganas de verte, de besarte y darte mi cuerpo y alma. Me muero de ganas de que las cosas se den y todo sea lo que tenga que ser.
Y estas ganas, que resultan tan inexplicables como este deseo que plantaste en mí desde que te conocí, siguen aguardando que tus brazos vuelvan a abrazarme.

miércoles, 1 de junio de 2011

Brillará

Será de día y no te darás cuenta. Abrirás tus ojos y todo será de un mismo color hasta que tus pestañas se acostumbren al cambio brusco que acabas de sufrir.
Porque no es la ceguera de Saramago lo que te hace ver las cosas de una manera diferente; es tu propia alma que se abre en dos dejando volar una paloma blanca de su interior.
Porque abrirás tus ojos y brillará el mundo en tu mirar, llenando de luz todos los rincones que hasta ahora te eran ajenos. Serás como un dios que ha descendido de los cielos a tocar con la divinidad las rocas, dándoles vida. Serás un ser mágico y celestial, regocijando con tu sonrisa a todos y cada uno de los que estamos a tu lado.
Podrás ver más allá del horizonte, no existirán las fronteras que no puedas alcanzar. Podrás elevar vuelo cuando quieras y me llevarás a dar una vuelta al mundo en menos de 80 días.
Brillará el sol en tu mirar, y revivirán los arboles marchitos por el invierno, dando flor en pleno Junio.
Verás que las cosas pueden cambiar con tan sólo desear, porque ya no faltará voluntad de actuar. Borraremos las barreras y las cadenas que nos dejan quietos en este lugar, para disfrutar del nuevo día que comienza abriendo los ojos justo ahora.