viernes, 5 de febrero de 2010

Al otro lado del espejo

¿Cómo reconstruir un jarrón roto sin que se note sus ranuras? ¿Cómo hacer para que las cicatrices del accidente no sean puntos sensibles al dolor? No tienes idea de las heridas que tiene mi alma, los mil parches que le he puesto para seguir adelante. Aquí el problema: no he podido curar por completo ninguna de esas fracturas en mi ser.
La cuestión es ¿ahora qué hago? Siento que arruino mi intento de rearmar mi vida, de reconocerme nuevamente frente a mi espejo. No soy yo la que está del otro lado. Esa extraña que me mira con la mirada triste y melancólica no es la que antes me sonreía y disfrutaba de la vida. Algo quiero hacer para volver a mí, volver a sentirme la que siempre fui. Sé que este proceso es molesto para el resto, que no es fácil escucharme, leerme, mirarme así. Pero te pido paciencia, te pido que confíes en mí, que me ayudes a sentirme de nuevo una mujer feliz. Te estoy pidiendo mucho, lo sé, pero si estas leyendo esto, te pido por favor, teneme paciencia, yo quiero ser feliz.


1 comentario:

Absolut E dijo...

qué pero qué lindo.