sábado, 23 de junio de 2012

La fuente

Cien veces escuchando la misma canción, con las manos frías y la luz de la lámpara en un rincón... La noche sigue su rumbo sin darle importancia a mis meditaciones nocturnas.
Creo que estoy intentando entender de dónde nace mi inspiración. Cuestionamiento que todo escritor, aunque de pocas palabras, alguna vez se hizo.
Jugando con las sombras, mis miedos castigados en una esquina se ríen de mí, desanimando mi intento desesperado por encontrar la fuente de todas esas palabras que, tan vívidas, transmitieron sentimientos, ilusiones, felicidades y tristezas.
Y aunque sea verdad, aunque este enigma es tan complejo como el más enredado y eterno laberinto del universo, si no lo intento me arrepentiré.
Y mis miedos se callan, la cancion comienza a sonar una vez más, el frío no mengua y mi sombra se recuesta a dormir, mientras yo continuo de cara al techo, buscando la llave de la puerta al jardín soleado de rosas blancas.

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