lunes, 3 de septiembre de 2018

Laberintos

En ocasiones mi cabeza se convierte en un laberinto infinito de pensamientos, una madeja de ideas que parece no tener fin. Es agotador, pensar y repensar. A veces creo que es hasta contraproducente para mi propio psiquis. Sin embargo, no es algo que simplemente pueda evitar. Hay tantas cosas que no conozco, que no sé como encarar, que para poder luchar contra la incertidumbre mi cerebro busca alternativas, elabora escenarios y crea estrategias.
Es absurdo, nada en realidad está en nuestras manos, salvo nuestras propias decisiones. Y cada una de ellas es independiente y desconocida para los demás. Por lo que no importa que tanto conjeture, que tanto intente adivinar. Solo haciendo lo que sinceramente se siente, uno puede continuar con la conciencia tranquila, sabiendo que al final, la puerta del laberinto siempre aparecerá.

1 comentario:

Unknown dijo...

Excelente texto creativo y realista que permite encontrar en sus palabras un horizonte para descubrir