sábado, 30 de agosto de 2008

A medias...

Era casi de noche cuando tu mano toco mi hombro. El cielo apenas nublado y tu boca semi-abierta, como queriéndome decir algo. Pero el silencio sólo era roto por los autos que pasaban a unos metros. Mi mirada intentaba en vano penetrar tu alma, tus dedos acariciaban con algún resto de ternura los mios. Los dos parados allí, casi en la esquina de esa calle que separaba nuestros mundos. Sabías que debía irme en pocos minutos, sabías que esa noche era la última que me verías en prácticamente una eternidad. Sin embargo, tu boca seguía silenciosa, tu mirada nostálgica de un tiempo que todavía no había terminado. Todo en tu ser daba nuestra historia como terminada.
El Sol casi se había ocultado. Todo era a medias, tu amor, mi vida, la canción que sonaba a lo lejos. Nada concretamos, nada concluimos y ahora yo camino casi con vida entre muchas caras que casi me recuerdan a la tuya.

3 comentarios:

Josep Rivera dijo...

Hola Jaki.

Me he estado paseando por tus blogs leyéndote y cautivandome por tu prosa.

Por eso quería informarte que hoy Día del Blog se tiene por costumbre (así parece, para mi es el primer año que lo celebro) enlazar a 5 blogs que haya conocido recientemente y me hayan gustado. Por eso, te he enlazado porque más personas merecen el privilegio de leerte.

Un abrazo y estaré, con tu permiso, visitándote constantemente. Hasta pronto.

P.D. me ha encantado este fragmento en particular, no es la primera vez que me quedo así con alguien: a medias. Tu relato me ha recordado esa extraña sensación de desasosiego y vacío al quedar con ganas de compartir más con alguien.

lully desnuda dijo...

Un toque existencial del vacio que deja a medias ese trasegar.


Un abrazo completo de amistad!

Esmeralda dijo...

Es realmente hermosa este relato, y es tan vivida tu experiencia que uno puede imaginarla, hasta sentirla.
Entiendo el dolor de sentir que no podemos cmpletar un pequeño circulo.
Hermosa pagina, Esmeralda