viernes, 4 de febrero de 2011

Break

No encuentro las palabras para describir lo que sucede. No hay una nostalgia que me haga pensar en analogías oscuras y románticas. Tampoco una alegría desenfrenada que me de un toque de humor para contar las cosas.
Pensarán que, entonces, lo mejor sea dejar de escribir. Esperar a que algún suceso fortuito me genere alguno de esos dos estados tan creativos.
Pues no, me rehuso a escribir sobre penas o amores encontrados. Me niego absolutamente a caer en tal redundancia... Estoy pisando el borde del abismo, pero aún me mantengo firme en la tierra.
¿Qué más bello que escribir lo natural de lo cotidiano? Sin afanes de versos románticos o lamentos perpetuos.
Estoy en paz conmigo misma, estoy tranquila por la vida.

Qué lindo, qué bueno decir: estoy viviendo. Y estoy en paz con ello.

1 comentario:

Leandro dijo...

Si es verdad a veces pasa que no tenemos que escribir simplemente es el momento y algo ocurre y la inspiracion vuelve. Besoo