Pero la revelación no fue solo la aceptación del hecho, sino que, además, fue la razón (la motivación) que me llevó a ocultarme tras tantas pasiones, detrás de tantas actividades consumidoras de mi tiempo, y es que me resulta más seguro alejarme un poco de la vida social. Y en este punto quizá (solo tal vez) se pregunten por qué. Yo también. Pero creo tener la respuesta, no se trata de heridas abiertas que no sanaron. Todo lo contrario, esa herida (ustedes saben de cual hablo) ha cicatrizado dejando una marca perfecta, pero hay un dolor mudo, que no se siente pero esta ahí y me dice que aún no confío, que aún me da algo de miedo pensar en que alguien más me lastime de esa forma.
Sin embargo, a pesar de todo esto, la lógica y la psicología dicen que si he racionalizado todo esto es porque algo ha cambiado... ¡Ajá! He aquí el punto importante, la clave de la cuestión: que no sé qué es. Solo espero que lo que sea (o quién sea, seamos sinceros) solo haya aparecido para bien.
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