viernes, 1 de diciembre de 2017

A thousand years




El humo del cigarrillo consumiéndose en el cenicero. La copa de vino derramado en el suelo en un rincón. Y una lágrima recorriendo la mejilla, siguiendo el camino que dejaron las anteriores.
Y en el centro de todo: el recuerdo. Un recuerdo lleno de agridulces que hacen arder las cicatrices que dejaron.
Porque el olvido es un regalo preciado... Y hay veces que, cuando el recuerdo ha arraigado hasta las entrañas, es imposible olvidarlo.

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