sábado, 22 de diciembre de 2007

Donde habita el olvido

Con el viento devorando cada centímetro de la calle, saboreando las hojas de los árboles y levantando tormentas de polvo en la noche, escucho una melodía armoniosa y letal. Las estrellas resplandecen con un color rojo fuego, dando el aspecto de una alfombra de terciopelo azul manchada de gotas de sangre. Esa melodía tan dulce, tentadora, inquisitiva que se entromete en mi piel y busca en los calabozos de mi memoria, me hace sentir extrañamente en paz.
La Luna se muestra distante, extraña en medio de una imagen tan poco conmovedora. Sin embargo, allí está: alta, lejana, fuera del alcance... pero poderosa. Su luz rasga las finas hebras de luz roja, rompe el hechizo que convierte a las estrellas en señales de muerte. Las vuelve amarillentas, las coagula con increíble rapidez. Sana heridas, les da consuelo. Desde lo lejos, su poder es más fuerte que cualquier otro.
El manto se vuelve negro, la luna se centra en el cielo, las estrellas a su alrededor, blanquecinas derraman sobre la Tierra su fulgor, y el viento arrastra por el suelo la basura de las calles. La música sigue sonando, débil pero constante. Lentamente mis párpados se dejan vencer por el deseo de cerrarse. Mi mente es presa de esas notas entrometidas. Las imágenes atraviesan mi cabeza, recuerdos perdidos en medio del olvido, que no quieren dejarse encontrar. Finalmente la armonía cesa y en mi cabeza sólo queda una imagen sobre todas las demás... Sólo un recuerdo que se impone sobre el resto, únicamente un sentimiento escondido entre tantos otros: el miedo.

*

© 2007 Jaki CS

1 comentario:

Princesa Dariak dijo...

Es el principal enemigo a vencer...
miedo. El principal enemigo del Amor.
Y no digo temor, el temor puede significar respeto, el miedo es mas oscuro y vagabundo. Reaparece cuando menos lo esperas.
Afila tu katana y partele el cuello, guerrera.

Abrazos de luz.