martes, 3 de noviembre de 2009

Casualidades

No sé quién sos. Nunca pregunté tu nombre y, a pesar de haberlo descubierto después, es como si no te personificara.
Sos un completo desconocido, que apareciste un día con un montoncito de palabras y acordes que me invitaste a conocer.
Luego de eso, no supe nada más. Ni rastro ni noticias.
Pero, sin embargo, hace días que no hago otra cosa que pensar en vos.
Me dejaste algo resonando en mi cabeza, y no logro descifrar todavía qué es.

¿Por qué me pasan estas cosas a mí?

1 comentario:

Ale dijo...

Dichosa seas!! preferías que no te pase? nooo no no no, sentir "eso" que no podés definir es genial, no me digas que no. Sii, ya sé que el mientras tanto nos jode lo suyo, pero sabés bien que sin esas cosas que te pasan... algo falta, no? yo creo que sí :)