miércoles, 17 de marzo de 2010

Pasos al costado

Quiero que leas con cuidado estas palabras. Estoy muerta de ansiedad, mirando pasar los minutos y sin tomar ninguna decisión. Estoy desesperada por saber de vos, por verte de nuevo y saber que todo esto no ha sido más que un mal sueño. Pero hay algo en el viento, en el movimiento del agua y el vibrar de la tierra que me dice que no me ilusione y continúe caminado. Que no me quede quieta esperando quién sabe qué señal. El mundo me incita a que no espere ni un minuto más, dando vuelta la página de esta historia y viendo dónde comienza una nueva. Y lo peor es que algo de mí misma apoya esa moción. En alguna parte de mi ser racional, una vocesilla me dice que eso es lo correcto.
Sin embargo, no puedo dejar de escuchar los gritos de mi parte emocional, que me dice que apueste al todo o nada, que me juegue todas las cartas que me quedan en el mazo con tal de intentar. Nuevamente, mis impulsos quieren que me arriesgue totalmente.
No sé qué hacer.
No sé si irte a buscar o dejarte donde estás.
Sé que hasta hoy hice todo lo que consideré necesario, todo lo que pude por intentar estar con vos. Pero no puedo limitarme a ser la mujer convertida en estatua a la orilla del océano. Lamentablemente, esta vez, voy a tener que escuchar a mi parte racional y continuar hacia adelante, sola, y si quieres alcanzarme, tendrás que ser vos quién corra.
Y quién sabe, quizás nos veremos otra vez.

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