jueves, 29 de julio de 2010

Se cerraron las apuestas

Es raro, el día transcurre como si nada. Es como si nunca hubieses existido. Parece que el mundo se tragó todo este tiempo intermedio, que he despertado de un largo sueño. Apareciste un 28 de Julio y el mismo día tres años después te vas.
Te vas y no sé si quiero volver a verte, no sé si podría aguantar otros tres años de espera continua, de vivencias medias de una vida que sólo quiere ser de tu propiedad. No podría seguir negando que me hace mal verte lejos, no poder abrazarte por las noches mientras dormís, no darte un beso al despertar. Ya no me alcanza con ser la amiga incondicional, con las migajas que puedes llegar a darme cuando se te da la gana. Necesito saber que todo esto va para algún lado, que estar con vos implique que vos también estés conmigo; poder ser todo lo que necesites y que seas vos lo que necesito. No me sirve regalarte mi corazón para que lo destroces como ayer. Basta, definitivamente basta. Necesito algo concreto o nada. No puedo seguir ocultado todo lo que siento por vos.
Tiré mi última carta sobre la mesa, no tengo más para darte que todo lo que soy, así ya no puedo jugar…

2 comentarios:

Besadora de Sapos dijo...

Wow! se sintio muy profundo, como si al leerlo lo sientiera propio a esa sensacion.


Muchas veces es mejor cerrar ese capitulo, o tirar a la mierda ese libro y comenzar uno nuevo... con la hoja en blando.

Saludos y exitos!

Anonymous dijo...

a veces un clavo saca otro clavo. a veces sólo alcanza con un brazo fuerte y un martillo grande y que el nuevo clavo pegue justo donde debía pegar. no es dificil, pero hay que intentar.
El carpintero.