domingo, 4 de agosto de 2013

Una paloma que nunca se envió

Es muy injusto, lo sé. Tantas palabras escritas para otros que no hicieron ni la mitad que vos. Aunque quizás a vos no te importe tanto, yo me siento rara sin poder expresar lo que siento en palabras. Es cierto que el dolor de un amor no correspondido o enfermizo genera más metáforas que la felicidad lisa y llana. Sin embargo, hay tantas palabras lindas que escribí que toman un significado más fuerte al pensarlas con vos, que incluso me parece injusto que mis manos las hayan escrito antes de conocerte.
No, no te confundas, no digo que sos lo único lindo que he tenido ni que mi felicidad depende solo de vos. Sería una carga demasiado pesada e injusta. La verdad es que no sos lo único pero sí sos al que elijo. Porque eso hace que estar con vos sea tan fácil como respirar, que te elijo y vos también a mí.
Es por eso que me siento así, y debería decirte, dedicarte a vos la mágia de la Lampara de Aladino, las Vueltas y los Amores eternos.
Pero bueno, el tiempo pasó, esas palabras ya se fueron en el viento tras personas que ya no están. Ahora no tengo más que encontrar nuevas palabras que te signifiquen, que te representen y que te hagan sonreír. Y va a ser el trabajo más arduo que he tenido, porque es fácil describir el dolor, porque somos seres de duelo; el reto es lograr describir la felicidad, las sonrisas y tus besos y caricias por las noches. Eso me va a costar, pero si logro articular los versos tan bien como cuando escribía sobre el desamor, serán las palabras más bellas que conocerá el ser humano, porque lo que siento por vos es lo más bello que me ha pasado hasta ahora. Y dudo que algo pueda superarlo, no lo sé, pero lo dudo. Estoy enamorada como no pensé volver a estarlo, y te agradezco desde ya que me hayas despertado de nuevo y me hayas traído al mundo donde las cosas no son sólo hermosas.

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