martes, 30 de diciembre de 2008

1461 días

30.12.04 - 30.12.05 - 30.12.06 - 30.12.07 - 30.12.08

Seguimos pasando los días, caminando por las cuadras de nuestros barrios. Seguimos durmiendo cada noche y levantándonos al día siguiente. Seguimos como siempre, sin pensar, sin sentir, sin darnos cuenta de que no todo continua.
La rutina es algo a lo que casi nadie escapa, y en ella quedamos inmersos de tal manera que no contamos con que las cosas cambian... Hasta que el cambio se hace evidente. Y así sucede con ellos, con los que quedaron, con los que pasado el tiempo, volvieron a vivir la rutina, una dura rutina; con los que recuerdan cada día, cada 30, cada año a aquellos que ya no están. Ellos notan el cambio, y viven esa fractura pasada en carne propia cada 30 de Diciembre. Les es inevitable vivir de nuevo una tortura que el resto del año tratan de sanar, de cicatrizar para continuar... No sólo por ellos, sino por los que ya no están. Pero la pregunta es: ¿Cómo? Cuesta. La memoria es algo que caracteriza al ser humano, a la sociedad Argentina. Es imposible escapar de la memoria. Pero se hace tan pesada la mochila entonces. Principalmente si consideramos que junto con la memoria viene el balance del año. Llegamos a la época en que todos solemos cerrar capítulos, dar pie a que con el año comienza una vida nueva. Sin embargo, no siempre es así. Ellos perdieron parte de sus vidas. Los que no están son una herida abierta que no es fácil cicatrizar. Más que nada porque fueron arrebatados por el tiempo, por el humo, por la muerte. Es difícil olvidar que eso podría no haber pasado... Pero pasó. Y eso es lo que duele. Lo que hace que cada 30, que este 30, todos marchen juntos, lloren el dolor y den una despedida (nuevamente) a las almas caídas, a los que desde algún sitio, quizás, nos observan, nos dan una fuerza secreta para continuar caminando.
Es por eso, que pasado muchos meses, muchos días, muchas horas de rutina, hoy me hago un tiempo. Quiebro la rutina para pensar en aquellos que ya no están. Para desear que sus espíritus estén descansando tranquilos en la energía que mueve a este universo.
Y que la justicia se haga piel en la sociedad, que evitemos entre todos que estas cosas vuelvan a pasar. Que tomemos consciencia de que somos frágiles, y que como sociedad debemos velar por el resto.
Las palabras ya sobran, con el tiempo, han volado lejos en el viento. Hoy, como todos los años, pidamos descanso y una verdadera justicia por los ángeles caídos en Cromañón, una justicia que no viene de la mano de celdas, sino de un cambio para que nunca más suframos una perdida como esta.

{Una rutina que me lastima si no estás vos}

2 comentarios:

Skalipso dijo...

Mas que dificil de cicatrizar, yo diria que hay heridas que no dejan de sangrar nunca
y mientras la justicia siga brillando por su ausencia, mientras haya tanto tarado que no entienda y nos la quiera contar, mientras todo siga asi, no van a parar.
Cada lagrima es un intento mas de sanar... Pero son siempre las mismas caras, siempre el mismo dolor.

lully desnuda dijo...

El vacío queda pero corresponde afrontarlo y mirar hacia adelante.

Besitos de comienzo de año!