martes, 1 de septiembre de 2009

Reflexión 15va.

Hoy el día tuvo otro sabor. Las luces alumbraban más de lo acostumbrado; los colores tenían otro brillo. El sonido de la ciudad, una armonía oculta que relajaba.
Las miradas de la gente significaban algo. Podía sentir como el viento comenzaba a despedir al invierno, mientras le cantaba a las flores que pronto renacerán.
Hoy el sol me dio los buenos días, dando paso luego a las nubes, que ocultaron sus rayos. Las mismas nubes que acompañaron mi tarde, y la hicieron mágica.
Hoy todo me pareció distinto, la gente, el aire, el ruido de la calle. Incluso la noche cayendo sobre las vías del tren. Todo me pareció extrañamente intrigante.
Siento que días como hoy, podría enamorarme fácilmente.

No voy a esperar
las caras que yo extraño,
no voy a esperar
que el destino hable por mí.

1 comentario:

Transeúnte dijo...

...Muy bonito, me gusta.

Hasta otra.