sábado, 26 de septiembre de 2009

Fui

Mi cuerpo hecho tiras de piel, a penas sujetas al hueso por la sangre coagulada. Mi corazón y mi alma tirados en el suelo, embarrados y pisoteados sin piedad. Lo que queda de mi cerebro está quemado a fuego vivo.
No queda de mí más que el vestigio de lo que alguna vez fui, más que la sombra de un ser que, alguna vez, supo sentir.

No hay comentarios: