miércoles, 16 de septiembre de 2009

Negativa

Me niego. Una y otra vez lo repito y no hay caso: me niego. No quiero saber, no quiero pensar, no quiero escuchar razones.
No me importa absolutamente un carajo. ¡Me niego a interpretar! No quiero, una y otra vez lo voy a repetir: No quiero entender nada. Basta, me cansé, me harté de todo esto.
Ojos que no ven, oídos que no escuchan, manos que no tocan, cabeza que no piensa... Finalmente deberían hacer que el Corazón no sienta.
Así que, por lo tanto, me niego a seguir interpretando lo que pasa, las palabras y los gestos. Punto.

2 comentarios:

Lully desde Ref. al desnudo dijo...

Wow!! pero sí que estás saturado!
Tómate un respiro y verás las cosas de otra manera, al menos, más análisis: Con la razón y no con el corazón.

Besitos amistosos!

Ale dijo...

Tratar de entender, quizás vivimos queriendo hacer eso y justamente intentarlo nos provoca más angustia. Pero es difícil no querer hacerlo, porque no nos cierran las cosas y tratamos de ponerlo como lo sentimos nosotros, y casi nunca el otro siente igual. Y ahí viene el choque, el no comprender, el hacerlo y que eso nos haga reventar la cabeza.

No hay que hacerlo, lo más lógico sería aceptar que algo ya no es como esperábamos. Pero aceptar implica querer entenderlo muchas veces y bueno, ahí viene la parte complicada, no?