domingo, 1 de mayo de 2011

Déjà vu

Algunas cosas desaparecen para siempre de nuestras vidas, sin dar excusa alguna de dicha desaparición. Pero otras vuelven... Vuelven sin siquiera tocar la puerta antes de entrar. Llegan, se instalan en el sofá y ya, como si nunca se hubieran ido.
Es tan insólito que es lenta la reacción frente a esta situación. Uno se queda parado con la tasa del té en la mano, como esperando que esa ilusión se esfume con el vapor caliente.
Una metáfora un poco irrisoria, pero la verdad que ver volver ciertas cosas, poder disfrutarlas de otra manera, sinceramente me genera tal impresión. Es como si algo se estuviera repitiendo pero de otra forma. Con un sabor más especial que la primera vez. El poder tener la chance de hacer lo que antes no hice, de vivir como antes no viví, simplemente es como una tasa de té caliente en una noche invierno. Ahora puedo disfrutar con libertad, sin ilusiones o falsas esperanzas, sólo estar en ese instante, dejarme ser y luego seguir adelante, sin pensar si se repetirá o quedará en el olvido de uno de estos recuerdos. Eso realmente no me preocupa en estos momentos, sólo me interesa el haberme sentido bien, el haber hecho lo que quería hacer y ahora estar aquí tranquila, sin historias.

No hay comentarios: