lunes, 23 de febrero de 2009

Reflexión 11va.

Muchas veces las personas se han preguntado sobre cosas de la vida: amores, misterios, tristezas y mentiras. Se preguntan el por qué de cada herida, de cada sorpresa, de cada vivencia. Se preguntan qué cosas sucederán o cuales quedaran siempre como una alternativa. Son muchas las cuestiones que se plantean en la mente de las personas. Pero, lamentablemente, son pocas las que encuentran las respuestas.
En cambio, hay algunas otras personas que tienen la suerte de cruzarse siempre con sus respuestas, lo único es que aún no se habían topado con la pregunta correcta.
Los menos son los que en cada nueva pregunta, encuentran una respuesta.
¿Qué sacamos de conclusión de esto? El mundo es una gran incógnita, que no creo que valga la pena descifrar. El secreto se esconde en vivir sin dudar.

2 comentarios:

another knife in my hands dijo...

amm es verdad lo que escribiste. nunca lo pense de esa manera.
me quede pensando e.e
besito.

Café (con tostadas) dijo...

menuda utopía la tuya!

ah, si fuese posible quizás sería genial pero...

por otro lado, no son las preguntas síntoma de curiosidad? no es la curiosidad la que nos impulsa a seguir, a avanzar, a superarnos?

Entonces, si utopía es que seamos capaces de convivir con los interrogantes sin respuesta sanamente, somos dos! ;)