martes, 24 de febrero de 2009

Sentimientos, puras palabras

¿Por qué ya no confías en mi? Las cosas cambian, eso lo sé. Nada puede permanecer inmune al paso del tiempo, pero ¿por qué? Ya no me llamas, ya no me buscas, ya ni siquiera piensas en cómo estoy. Simplemente apareces para tomar algo de mi ser y vuelves a irte. Lejos. Quién sabe por dónde. No son reclamos, no son pedidos, simplemente es desesperación. No sé que hacer, no sé que pensar. Por un momento tuve mucha bronca, mucha ira al caer en la cuenta de que ya no estás, ya no soy nada más que un plan B en tu vida. Lo seguro, lo que siempre está. Primero mis lágrimas me ganaron terreno, lloré por todo lo que había sonreído en los últimos días. Luego la bronca se apoderó de mis ojos. Una fiera se hizo de mí alma, una tigresa que se siente amenazada. Ahora todos esos sentimientos extremistas se han calmado, los he desplazado a sus sectores correspondientes a medida que escribía líneas como estas. Un texto para la decepción, un texto para la bronca, y ahora un texto de reflexión. Las tres puntas del triángulo de mi vida. Ya no entiendo, ya no sé que pensar. Sólo sé que a pesar de las maldiciones, de las lágrimas, sigo esperando que aparezcas. Que me mires una vez y me hagas olvidar todo el rencor que puedes incubar en mi cuerpo. Porque ya no te puedo odiar. Muchos piensan que debería, pero yo no puedo. Hay algo que inevitablemente me mantiene unida, que me hace querer estar ahí cuando me necesites. A pesar de los malos momentos, aunque toda lógica indique que debería alejarte de mi vida, eso, lamentablemente para quién sabe quién, ya no va a pasar.

1 comentario:

lully desnuda dijo...

La nobleza de tu espiritu te hace ser así. Qué lindo vivir sin desconfianzas y en armonía, es la búsqueda constante.

Un abrazo con los afectos de siempre!