miércoles, 2 de julio de 2008

Reflexión 6ta.

"El abismo que hay detrás de su mirada, las palabras que no puede pronunciar, por el humo enclaustrado en la garganta, el que cruje cuando hablas con verdad".


Simples palabras, ¿no?. Simples frases que tienen un poder oculto. No gente, no me he vuelto loca, por lo menos no más de lo habitual y ustedes ya me conocen. Estoy hablando de la música, gente, de la música. Aunque a decir verdad, por lo general, la palabra en sí misma encierra un poder propio. Pero hoy quiero hablar de la música. De esa cosilla que me mantiene en equilibrio, ese arte que para mí es tan perfecto. A mí la música puede hacerme llorar, reír, temblar, soñar. De todo un poco. Hay tonos especiales que me relajan y me hacen llevar mi mente a un nivel de tranquilidad que no se puede lograr de ninguna otra manera. Es una sensación que quizás ustedes me comprendan y también hayan experimentado.
Pero este es un caso diferente, no es sólo el sonido de la música lo que logra ponerme en estado, sino que es el collage completo de voz, batería, guitarra, bajo, y todos aquellos instrumentos que están sonando, junto con la letra de la canción... Esas palabras habladas prácticamente al oído. Es la poesía, la conjugación de los verbos en una frase que me hace meditar, me hace reflexionar sobre todos los posibles significados que puede tener, y adaptar incluso alguna que otra frase a una experiencia personal.
Yendo al tema que les estoy dejando hoy, de Pastoral, es uno de los que me encantan. Realmente hacía mucho que no encontraba una serie de temas que me quemaran la cabeza como estos (tienen también para escuchar "En el hospicio"). La verdad, que a pesar de que soy seguidora de varias bandas actuales, no hay como las letras de los '70 y '80: Sui Generis, Serú Giran, Pastoral, Sumo, Los Gatos, G.I.T., Zas, Los Abuelos de la Nada; y ya llegando más al principio de los '90: Soda Stereo, Los Redondos (sisi gente, ambos juntos jaja), Los enanitos verdes, . Hay que admitir que ya no se escuchan letras como aquellas. Lo que no significa que no haya buenas canciones, pero ese toque tan mágico que les daban los años 70 80 y 90 no se ha podido reproducir.
Había algo especial en esos temas, el aire de libertad que transmitían es tan motivador que tiene un empuje propio. En esas décadas, la mirada sobre el mundo tenía algo de reclamo, adoración en muchos casos a las maravillas de la naturaleza, bronca, paz. Todos sentimientos que lograban transmitirse a través de una canción. Hoy en día también hay bandas que siguen haciendo eso... Pero la mayoría (¡hay excepciones! No se me vuelvan locos) hablan de temas ya trillados, como ser las relaciones frustradas, los amores prohibidos, y demás temáticas románticas. No estoy en contra de eso, porque tengo muchas canciones sobre esos temas que me encantan. A lo que apunto es que no hay buenas canciones de la calle, por ejemplo. Que describan el día a día. Y cuando aparecen, realmente logran un éxito merecido, justamente por eso, a mi entender, a que ya son tan raras que algo así impacta-emociona-libera.
Quizás sea así para mí porque me toco nacer en esta época, pero creo no ser la única que piensa de esta manera. Los invito a dejarme sus opiniones.

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