lunes, 18 de mayo de 2009

Juego de café

¡Cuando la inspiración no me nace por mis propios medios, cuento con la ayuda de excelentes colegas de blogger que me dan un empujoncito! Café me propuso este juego, y aquí, previo copypaste de la consigna, paso a dejar mi contribución a la causa:

Hay que escribir un texto con las palabras: vida, amor, literatura, sexo, cine y viaje. Hay que pasarlo a 6 mujeres más. Por primera vez me sumo al juego completo. Va para ellas. Si alguien más lo quiere hacer, ¡están todas invitadas!
~

Creo que, quizás, un viaje me serviría. Muchas cosas han pasado en las últimas semanas que me dejaron realmente agotada. Uno de los candombes se inició con una conversación de lo más normal. Curiosa charla tuvimos, que comenzó como siempre discutiendo de literatura. Él con sus gustos doctos, yo con mi romanticismo borgeano. Seguimos hablando de música (recuerdo que en algún momento me dijo que me llevaría al cine), hasta que terminamos hablando del amor. Extraño desenlace para lo que parecía ser un atardecer típico de nuestros encuentros. No recuerdo si fue él o fui yo quién sacó el tema, pero la cuestión redundó en qué era ese sentimiento para cada uno. Tirados en la cama, yo le narraba mi concepto acerca de ese misterioso sentimiento. Tal vez fue mentira cuando le dije que hacía mucho que no lo sentía (aún no lo sé). Incluso le confesé que entre el amor y el sexo, para mí ambos son importantes, no podría llevar adelante una relación si no siento una atracción física. Él me miraba hablar, casi sin acotar nada. Cuando me di cuenta, me callé: ¿De qué servía intentar explicarle si ni yo misma me podía entender? Él me miró un instante más. Ambos mirándonos. No pude evitar, y comencé a reírme. La situación, en un cierto punto, hasta me pareció absurda. ¿Nosotros hablando de amor? ¿De qué servía hablar de algo que ninguno de los dos se animaba a sentir? Ese día terminó. Cada uno continuó con su vida como si esa charla nunca hubiese existido.

Dicen que mirando las cosas desde afuera, alejados del epicentro del problema, uno puede entender mejor lo que sucede. Creo que, quizás, un viaje me serviría... Lástima que no puedo dejar el corazón sobre la cama hasta que vuelva.


No tengo mucha idea a quién nominar, pero me gustaría ver qué nace de Mayra, Bele, Flor y Pato. Me faltarían dos, quién quiera unirse es bienvenida :)

4 comentarios:

Josep Rivera dijo...

Me encantó como acabaste este relato.

Ojala todos pudiéramos dejar el corazón sobre la cama. Poder abstraer-evacuar los sentimientos en en cualquier cosa que nos permita luego discernir que falla, poder así darle la forma que queramos siendo los más objetivos posibles.

Pero si pudiéramos tratar nuestros sentimientos como objetos, perderían su particular encanto; el de consternarnos y emocionarnos con sus incongruencias. Dejar de ser victimas de nuestra ambivalencia sería renunciar a parte de nuestra esencia que nos mejora cada día más.

Siempre superándote querida Jaki.

Por cierto me gustó mucho esto de los juegos de relatos. Deberíamos hacer más bien sea con distintas palabras, o desarrollar una idea, o darle distinto final a un cuento, etc. Saludos. :]

Cristian Lagunas dijo...

Me gustó mucho todo el escrito, pero en particular la forma en que termina el primer párrafo...

Es divertido el juego... y los resultados que da son muy buenos...

Me tengo que ir a estudiar algunas cosas... Saludos

Cristian

Café (con tostadas) dijo...

uf... esa última frase, querida! Disparo al pecho...


Qué decirte, que me gustó muchísimo el texto, que esuna suerte haberte invitado a jugar (para poder leer ésto)


(aunque mi tiempo me traiga loca y se me haya pasado el post de manera boba y lo lea recién ahora...)

pero, ahora y todo, que placer leerlo!

another knife in my hands dijo...

un juegooo, que divertido.
hace mucho que no escribo y quería.
lo voy a hacer, me tomare mi tiempo y después cuando lo suba te aviso.
(: