jueves, 9 de octubre de 2008

¿Qué más da?

Voy a sacar de mi una parte que no me gusta mucho sacar: la crudeza.
Tengo una cualidad que no sé todavía si es algo bueno o malo, pero lo que es claro es que puedo ser extremadamente cruda para decir las cosas. Por lo general, en momentos de tensión, esa crudeza saca de mí las palabras exactas que pasan por mi cabeza, llegando de decir las cosas con frialdad, pero con un inevitable shock hacia la persona que es interlocutora en ese momento.
No sé si se me entiende, últimamente no logro articular mis pensamientos de manera coherente o agradable por lo menos a la lectura de los demás. Por eso estoy recurriendo a este karma mío, pero con la diferencia que no pienso usar esta arma contra alguien externo, alguien al cual estoy analizando y conceptuando, sino contra mí misma, y contra estas superfluas escrituras que estoy sacando del cajón.
Veo en mis textos, en los últimos, una superficialidad que me exaspera. Me saca de quicio leer algunas palabras que no terminan dando el mensaje que realmente quiero dar. Quizás es una crisis, todo escritor sufre alguna vez en su vida no una, sino varias crisis. Ya sea porque se encuentra sin material que estimule su mente, o bien porque llega a una situación que lo estanca en un punto muerto. Pero no considero esa mi situación. Me encuentro con muchas cosas que quiero decir... De mí, de mis sentimientos, de mi visión del mundo. Tengo mil cosas que me estimulan para querer decir algo, lo que no encuentro es el medio, son las palabras con lo que decir todas las ideas que se arremolinan en mi cabeza. Y lo peor, lo más horrible de mi situación es que necesito decir esas cosas, porque me están carcomiendo por dentro, me están asfixiando y sólo logran empeorar mi situación.
Dije que iba a usar mi crudeza, y es mejor hacerlo de una vez. Veo ante mí una persona insegura, que tiene miedo a hacer las cosas que realmente quiere hacer. Me encuentro con alguien que no sabe decir que no, que tiene un miedo terrible a perder las cosas que ni siquiera sabe si tiene. Una imbécil que no sabe lo que quiere y lo que es peor aún, que cuando lo sabe no tiene las agallas para ir a buscarlo... Simplemente se sienta a ver si por puta casualidad las cosas se solucionan solas y todo termina saliéndole como quería. Es una persona absurda, idiota, miedosa e inconsciente. Que deja pasar las cosas, se calla cuando algo le cae mal en vez de ir y mandar a la mierda a las personas que ya ni guardan respeto por ella. Estoy viendo a una persona que es tan pelotuda como para no decirle al tipo que quiere, que le importa un carajo el universo entero si es necesario. No es capaz de tomar una puta decisión en todos los aspectos de su vida, pero es tan cara rota como para ir por el mundo haciéndose la superada. Cuando por las noches es capaz de acostarse llorando sin siquiera darse la oportunidad de consolarse. Tan buena que en vez de gritar que está mal, pone la sonrisita y dice que está todo bien. Eso es lo que veo, una persona que en conclusión, no es otra cosa que una aterrada mujer que no puede tomar coraje y salir a buscar su vida. Eso veo cuando veo mi reflejo en el espejo: nadie.

1 comentario:

Skalipso dijo...

"Frente al espejo se cae la careta, se acaba el poder"
Yo creo que no es que no hay nadie
creo que en todo caso el reflejo que estas viendo no te gusta
y es mas facil decir que no hay nadie
La solucion es muy simple y la mas dificil: si no te gusta lo que ves, no rompes el espejo, cambias la imagen
(Si, re facil de decir)...
Pero, si pudiste reconocer que lo que estas viendo no te gusta, que lo que solias hacer ya no te sirve, es un GRAN paso reconocer eso
ahora, con eso no alcanza
hay que hacer algo no?

Y, como diria piti, despues de todo "pasado el tiempo el espejo devuelve una imagen mas familiar"
Y yo interpreto familiar como algo conocido.... como algo con lo que uno se siente comodo no?
En fin, sea cual sea el reflejo que veas en ese espejo, aca estoy siempre, sea cual sea la imagen, porque hay un espejito interno que nadie va a a ver(modo cursi ON), y es el espejo en que se reflejan mi alma y la tuya, a pesar de cualquier cosa.



Te amo