jueves, 12 de marzo de 2009

Todo vuelve

Este es el segundo día en que me levanto temprano, voy a la cocina a hacerme el desayuno y reviso mi agenda.
Se acabó lo que se daba, ya las obligaciones han vuelto para reclamar su correspondiente atención. Ya no quedan días para tirarse en la cama a ver el techo mientras los minutos pasan. Ya no quedan días para caminar por la vida sin rumbo, por el simple hecho de mover los pies, lentamente sin que nadie nos apure. Ya no quedan días en que podríamos pasarnos el día en pijama hasta la noche. Ya no quedan días de no hacer nada.
Ahora vuelven los días en los cuales hay que levantarse sí o sí antes de las 9.30 de la mañana. Días en los que hay que vestirse, desayunar, agarrar las cosas y salir al mundo a hacer algo. Ahora los días en los que hay que viajar en tren, subte, porque el tiempo apremia. Ahora los días en los que hay que sentarse en una silla de la facultad a escuchar 2 horas de clases por materia. Ahora los días en que hay que volver a casa, y, aunque llegue cansada, ponerme a limpiar el desastre que quedó de la mañana.
Ahora los días que ocupan dos cuatrimestres de mi año. Aunque la verdad, extrañaba mi facultad.

1 comentario:

another knife in my hands dijo...

totalmente, que horror.
yo me tengo que levantar a las 6.30 para el colegio.
extraño los días hasta tarde en mi cama.
rutina again.
besito.