martes, 3 de marzo de 2009

Fuego

La energía fluye. Como corrientes de agua entre la arena del desierto. El calor del fuego se hace presente. Energía pasional que invade los sentidos, hasta inflamarlos y estimularlos como mil aromas a un olfato canino.
El fuego se presenta, envuelve la piel, juega conmigo invitándome a miles de pensamientos lujuriosos. Ínsita. Tienta. Como un anzuelo a un pez hambriento. Su luz cambia de intensidad, creando momentos de sombras de formas inauditas. Figuras de demonios danzantes, inimaginables movimientos incisivos. Mordaces inquisidores de los actos concurridos en el pasado que dejan en evidencia la fiera que habita en el interior. Asustado animal se acurruca en el fondo de su cueva, buscando refugio en las paredes del inconsciente...
El fuego persiste, juego con las llamas. No me queman. El fuego se vuelve uno con mi ser. Juego con el fuego y ya no me quema.

1 comentario:

Café (con tostadas) dijo...

querida! vaya imagen!!!

Me queda por robarme el título de un grande y decirte que me trajiste "memorias del fuego" ;)