martes, 25 de mayo de 2010

"Oportuncrisis"

Crisis. Crisis… ¿Cuántas crisis vivimos en nuestra vida? Es una pregunta que me da vuelta en la cabeza durante este último tiempo. Hay veces que me pareciera que la crisis es eterna, que nunca termina… simplemente se vuelve cotidiana hasta que ya no percibimos la diferencia entre lo que era estable y lo caótico. O tal vez, sucede que a cada instante se desata una nueva crisis. A cada movimiento de la aguja del reloj las cosas cambian de un lado a otro, todo se mantiene en movimiento sin dar tiempo a acostumbrarnos a los cambios.
Ya ni sé qué parte de mi vida da muestra de estabilidad y cuál de crisis, como si el reloj de arena se hiciera interminablemente largo, pasando de un receptáculo al otro constantemente. Es más, me animaría a afirmar que ya no es arena sino agua lo que lo recorre, precipitada de una cuenca a la otra, volviendo al tiempo inútil ante su velocidad inusitada.
Se hace aún más fuerte la sensación que ya me encuentro sumergida dentro de esa caída continua de agua, como si nadara entre las corrientes de las cataratas de la Garganta del Diablo. Estoy nadando por las aguas del infierno, viendo al universo entero tan sólo dentro de esa garganta de agua y fuego que me lleva cada vez más al Sur, más abajo… ¿O más al norte?, ya los sentidos se me han mareado y no sé dónde está el arriba y dónde el abajo. Caigo, nado, caigo, me sumerjo en el fuego helado del reloj infinito que me lleva a dar un paseo por la historia del mundo: Crisis. El mundo se resume a una sucesión de crisis que se acoplan por medio de períodos de estabilidad fantasiosa.
Fantasiosa porque no es real, porque los que las habitaron no acordaron un solo instante de paz común, cada uno por su lado, luchando por recuperar sus estabilidades, que provoca un cambio en el que vive al lado. Uno en paz, otro en guerra. El mundo está compuesto por un collage de situaciones individuales, de crisis que se convierten en oportunidades de conocer nuevos paisajes, y así...
Y así comprendo, mientras nado corriente arriba para volver a ese punto en que comencé a escribir todo esto, que la crisis es la oportunidad mirada desde la resistencia al cambio. Mi vida está llena de crisis, me atoran en estos momentos… Y sólo puedo pensar en qué orilla irán a dejarme para poder conocer nuevos mundo inexplorados de oportunidades.

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