sábado, 21 de marzo de 2009

Puerto Madero

Las luces comienzan a prenderse a medida que las horas pasan, el reloj avanza con su amenazante tic tac que marca la inevitable pérdida del tiempo en pasos por las calles. Las nubes cubren parte del cielo, como queriendo meter miedo de la lluvia al caer. Sin embargo, camino abajo continúa y presenta a la vista el destino final: Puerto Madero.
Que lindo es pasear una noche por el borde del puerto, con la compañía del humo, la música y el mundo girando alrededor, ignorante de las cosas que ocurren dentro de nuestro interior. Mil ideas arremolinan como las corrientes marítimas en medio del océano. Pero esta imagen: luces, agua... Tranquilidad. La gente pasea, los perros huelen los árboles. Y yo sentada a las puertas de una oficina que debe moverse en dólares, mirando el agua, cruzando la calle, mientras la gente pasea. Algunos acompañados, en familia, otros solitarios como yo, que buscan simplemente la reconstrucción de una bella imagen en la memoria. Porque nadie puede negar, que si algo tiene Puerto Madero, es belleza. Las fragatas estáticas, dando muestra de sus magnificencias. La quietud del agua. El puente de la Mujer a lo lejos. Todo es una conjunción extraña de belleza.
Y allí, frente al Río enjaulado en diques, mi mirada se pierde en los reflejos de las luces en el agua, mientras el humo que sale de mis pulmones llenos de nicotina se funde con el aire. Allí mi mente se zambulle en el agua embarrada y se pierde nadando en pensamientos agitados.
Siguió pasando el tiempo, la gente a mis espaldas, los cigarrillos por mi mano y el agua por los diques. Hasta que, finalmente, con una tranquilidad añorada emprendo el regreso a mi hogar. Dejando atrás el puerto, la salida y mis tormentos. Paz. Que linda noche para fumar frente al puerto.

3 comentarios:

Café (con tostadas) dijo...

ay... soy de ciudad chica y sin puerto... pero pesco la imagen.

Sé lo hermoso que puede ser fumar, sola, mirando correr el agua de un río que quiero y viendo la gente ir y venir sin más que hacer que disfrutar del tiempo.

Un placer... especialmente para fumadores! ;)

another knife in my hands dijo...

hace mucho que no voy a puerto madero, es un lugar muy lindo para ir a la noche y caminar.
besito (:

lully dijo...

Como un oasis termina tu escrito, con la calma que te puede brindar ese cigarrillo cerca del puerto. Un lugar de relax que desconozco.

Un abrazo gigante!