martes, 21 de julio de 2009

Reflexión 14va.

Probablemente ya me han leído lo suficiente como para darse cuenta de mi tendencia a la ciclotimia en este blog: un día todo color de rosas y otro una tormenta como la que se desata al otro lado de mi ventana en estos momentos. Primero que nada, les pido disculpas por saturar este espacio con cuestiones alevosamente privadas, no era ese el destino que tenía este blog, a pesar de que esas cuestiones dieron como fruto algunos textos de los cuales me siento orgullosa de ser autora, también se acumularon líneas que no fueron productivas, ni siquiera en lo personal.
Y ahora me toca hacer mi reflexión sobre mi misma, el mea culpa, aceptando mis errores y mis culpas en todas estas historias. Admito que me cuesta reconocer mi papel en las cosas que terminan mal. La maldita manía de ver los problemas del otro sin reconocer los propios, o lo que es aún peor, responsabilizar a los demás de los problemas personales. El otro. El contexto. El pasado. Son excusas para no admitir que nos equivocamos, que no todo lo habíamos prevenido y hoy estamos pagando los precios que nos advirtieron. La relación causa-efecto es inevitable en este sistema en el cual nos movemos. Y reconocer esas causas son el segundo paso para solucionar nuestros problemas.
Yo creo haber admitido mis problemas, y estoy tratando de identificar las causas de ellos. Pero tengo miedo, porque intuyo que todas ellas (o la gran mayoría por lo menos) nacieron de mí. Son factores internos, tendencias accionales que no logré solventar. Más que nada porque fueron muchos años de negación, años de no querer aceptar que las cosas habían cambiado. Esto me recuerda a algo que me comentó un día la que era mi profesora de canto: "¿Sabías que cuando uno suspira mucho es porque quiere resistirse a los cambios?". Esas palabras no se borraron de mi mente, porque me sonaron a verdad. Me resisto constantemente a aceptar que hay gente que ya no está, y que seguramente nunca va a volver. Me resisto constantemente a seguir perdiendo, aunque eso signifique atarme a situaciones que me hagan mal, a personas que me lastiman constantemente sin importarles nada. Como dice el tema: tal vez un perro fiel, a cambio de comer, soporte hasta lo insoportable.
Pero no quiero seguir soportando ciertas cosas. Y aquí viene mi culpa. Yo soy la que se pone en los lugares que me tocan vivir. Me quejo de situaciones que yo misma permití. Y por más que sigo y sigo diciendo que no quiero, no me animo a ponerle el Punto final. Mi miedo a perder lo poco que tengo (o creo tener) me lleva a soportar cosas que continuamente me lastiman. Como muchas veces lo he dicho y como muchas veces lo he escrito, estoy inmersa en una gran tormenta, feroz lucha entre mis miedos. Continuamente las fuerzas dentro mío luchan por dominar mis acciones, por tener el poder sobre mis palabras... Y el miedo a perder y el miedo a ser feliz son constantemente actores estrellas en estas batallas internas que nadie llega a ver.
Intento ser libre, pero hasta que no venza a mi propia enemiga, la que me mira desde el otro lado del espejo, mis palabras van a ser en vano.

1 comentario:

Jako_moro dijo...

bien... lindo. sanador. me gustó. esta bueno llegar esos momentos de transparencia, de sinceramiento con uno mismo. no todos lo hacen, no todos se animan. es elprimer paso de desenrdear muchas cosas. una vez dije, y seguro recordarás, que escribir ciertas cosas y sacarlas de adentro, salvó mi alma. pero la verdad, que no es asi. se requiere mucho mas. ayuda, es un conjunto de cosas, pero no lo es todo.
el alma se salva dia a dia, segundo a segundo, cabo por cabo...
ojalá, cada vez que podamos desnudarnos asi, luego tengamos el mismo valor para saber que ropas tomar, y tener el valor de cargarlas por la calle con orgullo y decision. es decir, ojalá puedas recordar constantemente lo recién plasmado, y usarlo para torcer la voluntad del destino, que cuando no se lo enfrenta, ejerce su inercia hacia la quietud, y hacia la nada. a ser seres de humo, de forma indefinida frente al espejo.
seamos siluetas, tengamos contorn. tengamos el valor de vestir nuestras embestiduras reales, las de nuestro propio linaje. ojalá asi sea.
brindo por ello.
la re pegaste con el final,m citando a joaquin,, gran acierto.
bechoooooo